Foto. Cortesía

Quizá sea necesario iniciar reconociendo la importancia del día 12 de diciembre en la cultura mexicana, en el imaginario colectivo.

Reconocer que gran parte de la fe mexicana, se basa en la narrativa difundida desde relatos populares, donde el día martes 12 de diciembre de 1531, al obispo Zumárraga se le revelaba una imagen mientras caían rosas de castilla, cortadas y transportadas en el ayate mismo.

Sin duda, la fe es un proceso emocional y socialmente importante, que permite sentir arropo, acompañamiento, calidez e incluso amor desde algo superior, intangible.

Dichos procesos, tanto emocionales como sociales, han sido utilizados en diversos momentos por la política perversa y los políticos perversos.

Ejemplo de ello, es lo ocurrido el día sábado 12 de diciembre de 1998, en donde en la cámara de diputados, desde la comisión de hacienda y crédito público, se envío un decreto para generar la “ley de protección al ahorro bancario”, así como tanto adiciones y derogaciones de las leyes del banco de México para crear el FOBAPROA (Fondo Bancario de Protección al Ahorro).

La propuesta fue presentada el día 19 de octubre de 1998, por el diputado Jorge Estefan Chidiac, miembro del Partido Revolucionario institucional (PRI).

La propuesta se presentó por instrucciones de la presidencia de la república, es decir, por el entonces presidente Ernesto Zedillo Ponce de León.

El discurso planteado fue, que los bancos no tenían solvencia económica, pues la población que había tramitado créditos bancarios no los estaba pagando por la falta de capacidad monetaria.

Esto genero especulaciones y comenzaron a retirar grandes cantidades de dinero de los bancos los más ricos del país, paradójicamente también iniciaron la compra de dólares de forma masiva.

Ante tales escenarios, el endeudamiento intensivo de la población, el incumplimiento de pago y los retiros de grandes cantidades de dinero, el gobierno federal expuso, que si no se rescataban los bancos se podría generar una crisis financiera en el país por falta de liquidez y esto pondría en riesgo la estabilidad nacional.

Sin embargo, es importante mencionar que el 55% de la deuda a los bancos en México era proveniente de empresarios, banqueros y empresas vinculadas a políticos corruptos, no de la población en general.

Las empresas, los banqueros y los políticos vinculados a empresas, se declararon en quiebra, en consecuencia, la deuda de los mismos sería pagada por el gobierno a partir del FOBAPROA, en otras palabras, sería pagada por el pueblo.

La estrategia fue crear el “programa de capitalización y compra de cartera” (PCCC). Lo cual genero una deuda para el pueblo de México por el FOBAPROA de 552,300 millones de pesos en ese momento, pero según la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), hasta el año 2021 la deuda ascendía a 1 billón 40 mil 507 millones de pesos.

De modo que, todo aquel mexicano y mexicana nacida a partir de 1999, así como todos los nacidos anteriormente, siguen pagando la deuda provocada por el FOBAPROA, deuda generada principalmente por los banqueros, empresarios y políticos corruptos.   

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Así que, mientras el pueblo mexicano celebraba con fe el día 12 de diciembre de 1998, los políticos perversos y la política perversa se hacían visibles, pues en la cámara de diputados con 326 votos a favor, 158 en contra y 1 abstención, se registraba en la gaceta parlamentaria número 178, la aprobación del FOBAPROA.

Ese sábado 12 de diciembre de 1998, mientras el pueblo de México se regocijaba con su fe comenzaba la tragedia nacional.

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