Armando, un Bombero veterano de 67 años, ha dedicado tres décadas de su vida al Cuerpo de Bomberos de Morelia. Su pasión por ayudar y su valentía innata lo han convertido en un héroe silencioso
Morelia, Mich. – Armando Primera Chagolla, un veterano de 67 años, ha dedicado tres décadas de su vida al Cuerpo de Bomberos de Morelia. Su pasión por ayudar y su valentía innata lo han convertido en un héroe silencioso. Desde sus humildes comienzos como Bombero Voluntario, Armando ha enfrentado innumerables desafíos, incluyendo incendios devastadores que han marcado su memoria.
Entre esos recuerdos se encuentra el incendio ocurrido en Ciudad Industrial, con la fábrica de plásticos de Nicandro Ortíz, otros en los mercados de Pátzcuaro y Mercado Santo Niño.
Sin embargo, uno de los momentos más significativos en su carrera fue cuando rescató a dos niños de un incendio en una casa. A pesar de sus logros, Armando recuerda con tristeza aquellas ocasiones en las que no pudo salvar vidas, como en el caso narrado, donde una menor de edad se quedó atrapada. Para él, cada vida importa y cada esfuerzo cuenta.
El sentido de satisfacción y tristeza que acompaña a su labor es palpable en sus palabras. Aunque reconoce que la remuneración no es suficiente para el riesgo y la dedicación que conlleva ser bombero, Armando ha seguido adelante con determinación. Su pasión por el trabajo nació al ver a su mentor, Manuel García, y gradualmente se convirtió en una parte integral de su vida.
Su primer incendio, el mercado Santo Niño, dejó una impresión imborrable en él. La lucha contra las llamas y la protección de la comunidad no solo despiertan en Armando un sentido de orgullo, sino también un profundo sentimiento de satisfacción y emoción cada vez que logra salvar una vida.
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Aunque sus ocho hijos y esposa sienten un justificado orgullo por su valiente labor, también viven con la constante preocupación de que Armando pueda enfrentar peligros que ponen en riesgo su seguridad.
El homenajeado en el Día Nacional del Bombero, también revela la estrecha camaradería que existe entre los bomberos. Más allá de ser colegas, son una familia unida por el propósito compartido de proteger a la comunidad. Sin embargo, reconoce la necesidad de un mayor reconocimiento y recursos para su cuerpo de bomberos.