alfonso solorzano
Foto: Cortesía

El día 30 de marzo inició formalmente el periodo electoral para la campaña presidencial 2018, así como también para renovar el poder legislativo federal en ambas cámaras y también la renovación de diversos congresos estatales, entre ellos Michoacán. Al final de cuentas el INE certificó cuatro candidaturas a la presidencia de la república, la de Ricardo Anaya, por parte del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, la de López Obrador, cuyo bloque es la alianza MORENA-PT-PES, la de Antonio Meade, cuyos partidos miembros son el PRI, el Verde y Nueva Alianza, y la de Margarita Zavala, quién contiende como “candidata independiente”.

A partir de este fin de semana se comenzó a dar rienda suelta a todos los spots, anuncios impresos, mítines, y hasta memes para apoyar o denostar a cada uno de los cuatro candidatos durante los siguientes tres meses. Sin duda alguna esta será una elección muy compleja y tensa, ello debido a que la situación del país está severamente afectada por la crisis de inseguridad, así como el aumento en la inflación y la ríspida relación diplomática-económica con el gobierno de Donald Trump, así como también por los cambios drásticos que han venido surgiendo en la geopolítica mundial los últimos 4 años.

En relación a las encuestas, entendiendo estas como una fotografía del momento, parecería ser que en su mayoría favorecen al candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia” (MORENA-PT-PES), López Obrador, mientras que Ricardo Anaya, de la coalición “Por México al Frente”, va en general en segundo lugar.

Meade se posiciona a manera general, según las encuestas, en tercer lugar pero muy cerca de Anaya, finalmente Zavala se encuentra a manera general en cuarto lugar. Sin embargo pueden darse giros inesperados en el transcurso de los próximos tres meses.

Pero independientemente de la preferencia política o ideológica que los ciudadanos puedan tener para este 1 de julio, este periodo electoral sirve sin lugar a duda para exhibir la perspectiva analítica que tienen los ciudadanos interesados en votar, así como también servirá de mucho para entender mejor el comportamiento sociopolítico del pueblo mexicano. Realmente esto interesa por el hecho de que estas elecciones están sirviendo para exhibir de una manera mucho más tangible los intereses más “reales” y “profundos” que tienen los ciudadanos de este país, así como también los miembros de la clase política.

Hace seis años resultaría casi impensable la formación de muchas alianzas que se hicieron hoy en día, tales como la del PRD y MC con el PAN, o la de MORENA y PT con el PES, e incluso las fricciones a nivel local que está teniendo el PRI con el PVEM. Además, también, pocos se hubieran imaginado que políticos adversos no solo hicieran las pases entre ellos sino que se unieran a un propósito en común, como ha ocurrido con las desbandadas de panistas y priistas que se han unido al movimiento de López Obrador, o lo que es el hecho de que el ex jefe de gobierno de CDMX, Miguel Ángel Mancera, haya aceptado ir en la lista plurinominal del PAN, cuando hace tan solo unos días había estado en la jefatura capitalina por parte del PRD.

No obstante, lo que probablemente causa más sorpresa es la reacción de la sociedad ante esto. Ya que resulta muy interesante la “evolución política” de los ciudadanos para estas elecciones. Hasta todavía el 2012 los ciudadanos eran directamente influidos por los partidos políticos para seleccionar a sus candidatos en las urnas, aun si el partido se alejaba en la práctica de la ideología que decía promover. Es decir se tenía una ciudadanía, hablando en términos generales, que se influenciaba de manera partidista, pero no verdaderamente ideológica.

Sin embargo, para hoy esta situación ha cambiado, dada la pérdida de credibilidad de los partidos, que más que por su falta de coherencia ideológica fue por el mal manejo político-administrativo que tuvieron las últimas décadas, los ciudadanos ahora están más bien enfocándose en los perfiles de los candidatos para darse una mejor referencia sobre por quién votar.

Luego entonces, hay un descontento general contra los partidos políticos y se vislumbra más la idea de votar por el candidato y “su movimiento-bloque”, es decir, se está presentando una “personificación” de la política, fenómeno que, sin duda alguna, debe ser estudiado y analizado para entender tanto la historia como la actual realidad del país.

Finalmente, es deseable que todos los ciudadanos sigan y analicen las propuestas y proyectos que actualmente empezarán a presentar los candidatos en los próximos meses para de esta forma tener una mejor noción de que tan viables y efectivas podrían llegar a ser, así mismo, con la misma cautela la ciudadanía debe ver bien el historial y todos los antecedentes políticos de los cuatro contendientes para que ello sirva de referencia con el propósito de tener una mejor noción de por quién votar.