El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla critica modelos fallidos de pacificación y defiende una estrategia basada en inteligencia y justicia contra las autodefensas en Michoacán.
Morelia, Michoacán.- El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, desestimó los modelos de pacificación basados en el diálogo con grupos criminales, al referirse a los señalamientos del arzobispo Carlos Garfias sobre replicar mecanismos como los de Colombia.
Durante su rueda de prensa de los lunes en Casa Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla señaló: “No podemos traer modelos que han fracasado”.
Recordó que durante el sexenio de Enrique Peña Nieto se intentó aplicar en Michoacán una estrategia similar con el asesoramiento del general colombiano Óscar Naranjo.
Calificó a este episodio como “el rápido y furioso michoacano”, y señaló que, al combatir a un cártel con el respaldo de otros grupos criminales, el resultado fue la multiplicación de cárteles en la entidad, por lo que explicó que ese tipo de intervenciones solo trajeron más violencia y descontrol.
El gobernador también mencionó que el papel de la Iglesia debe limitarse a la esfera espiritual y no a la interlocución con organizaciones delictivas, pues dijo: “La iglesia les puede dar un perdón religioso, pero la sociedad no”.
En ese sentido, subrayó que las acciones del gobierno se guían por la estrategia de seguridad federal encabezada por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y el equipo de seguridad nacional.
“Nuestra estrategia es de inteligencia, de investigación, de persecución de los delitos, de judicialización, de llevar ante la justicia a los delincuentes, no dialogar con ellos”, reiteró.
Aunado a ello, se pronunció confiado en que el nuevo Poder Judicial, tanto federal como estatal, contribuirá a frenar la impunidad, particularmente eliminando la “puerta giratoria”.
Reiteró su respaldo a la prisión preventiva automática para quienes sean sorprendidos en flagrancia portando armamento de uso exclusivo del Ejército.
“Si encontramos a alguien con armas de uso exclusivo del ejército, ¿por qué van a salir libres?”, cuestionó, y propuso que las personas detenidas permanezcan encarceladas mientras se desarrolla el proceso legal.
El mandatario consideró que se necesita una reforma urgente en este rubro, ante los casos constantes de detenciones donde, en cuestión de horas, los detenidos son liberados por jueces federales, pues agregó que ese es uno de los principales obstáculos en la lucha contra la inseguridad.
Finalmente, anticipó una nueva relación entre el gobierno del estado y la Iglesia Católica con el cambio de obispo en la entidad.
“Entiendo que el obispo ya en próximos días se va a retirar de su misión evangelizadora que tiene en Michoacán”, remató.