Cinco senadores del PAN, incluido Salvador Vega Casillas, enfrentan un proceso de expulsión tras apoyar a Ernesto Cordero para la Mesa Directiva del Senado, desafiando las órdenes de Ricardo Anaya: Los legisladores acusan de autoritaria e injusta la decisión
Salvador Vega Casillas durante una sesión en el Senado, donde cuestionó las decisiones de la dirigencia nacional del PAN. / Foto: Senado de la República

Cinco senadores del PAN, incluido Salvador Vega Casillas, enfrentan un proceso de expulsión tras apoyar a Ernesto Cordero para la Mesa Directiva del Senado, desafiando las órdenes de Ricardo Anaya: Los legisladores acusan de autoritaria e injusta la decisión

Cinco senadores del PAN, entre ellos Salvador Vega Casillas, enfrentan un polémico proceso de expulsión tras apoyar a Ernesto Cordero para la Mesa Directiva del Senado, desafiando abiertamente las instrucciones de la dirigencia nacional, encabezada por Ricardo Anaya. El caso ha encendido las alarmas sobre el autoritarismo y las represalias al interior del partido, así como la inconformidad de legisladores que defienden su derecho a decidir libremente.

Morelia, Michoacán.- La expulsión de cinco senadores del PAN ha puesto en evidencia las profundas fracturas al interior del partido. La Comisión Permanente recibió una solicitud para separar de sus filas a Ernesto Cordero, Roberto Gil Zuarth, Jorge Luis Lavalle, Javier Lozano y Salvador Vega Casillas, quienes optaron por apoyar a Cordero en la elección de la Mesa Directiva del Senado, pese a que la dirigencia nacional había impulsado a las legisladoras Laura Rojas y Adriana Dávila para el cargo.

Salvador Vega Casillas, senador por Michoacán y uno de los señalados, calificó el proceso como “autoritario” y aseguró que responde a órdenes directas de Ricardo Anaya. 

“En Michoacán y en otros estados hacen lo que Ricardo Anaya les dice, por eso la expulsión, por eso la inconformidad de que un panista vote por otro panista que no responde a las órdenes de la dirigencia nacional”, declaró.

Vega Casillas advirtió que, de no haberse inclinado por Cordero, el PRI habría tomado el control del Senado, lo que, según el legislador, hubiera alterado el rumbo del proceso electoral de 2018. 

“Tienen la presidencia de la República (PRI), sería ilógico que cediéramos también el Senado porque entonces se podría alterar aún más el rumbo de las siguientes elecciones”, añadió.

El senador negó que la llegada de Cordero a la Mesa Directiva estuviera vinculada a negociaciones sobre la designación del nuevo Fiscal, uno de los temas más polémicos en el Legislativo. Asimismo, descartó que la amenaza de expulsión y la imposibilidad de aspirar a un cargo de elección popular lo intimiden. 

“No hay razón para expulsarnos, si nos quieren asustar con que mientras se resuelva este asunto no podremos aspirar a un cargo de elección popular no importa, mis condiciones y dignidad valen más que cualquier candidatura”, remató.