Foto: Impresión de pantalla

Morelia, Michoacán.- En un partido a beneficio de una fundación, las leyendas de América y Pumas jugaron en el Santa Ana Municipal Stadium, en Orange, California donde la poca seguridad policial provocó una batalla de barrio entre las aficiones de los de Coapa y el Pedregal.

En un momento dado en partido aficionados del América y Pumas se retaron a golpes, invadieron la cancha y se armó el polverin sin que los pocos elementos de seguridad pudieran contenerlos.

Por Pumas participaban en el encuentro jugadores de la talla de Claudio Suárez, Alberto García Aspe, Manuel Negrete, Ailton Da Silva, José Luis ‘Parejita’ López, Sergio Bernal, Marco Palacios, Gerardo Galindo, Miguel España, Horacio Sánchez, Carlos Cariño, Jesús Olalde, ‘Iguala’ Carreón y Rodrigo ‘Pony’ Ruiz como invitado especial.

Mientras que por el América se dieron cita, ex futbolistas como Luis Roberto Alves Zague, Antonio Carlos Santos, Adolfo Ríos y Salvador Cabañas, Frankie Oviedo, Reynaldo Navia, Andrés Chitiva, Fabián Estay, Cecilio de los Santos, Alvin Mendoza, Isaac Terrazas, Jesús Mendoza, Hugo Castillo y Jagger Martínez.

El duelo por las leyendas sobre el terreno de juego eran la sensación para el público, pero el encuentro debió suspenderse por las brutales golpizas que se dieron los seudoaficionados de ambos equipos.

El cotejo era en favor de la Fundación United Soccer Talents; sin embargo, el encuentro ya no se pudo desarrollar para el segundo tiempo debido a la falta de condiciones.

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En el video difundido a través de las redes sociales se puede observar como un sinnúmero de aficionados de ambos equipos utilizan el terreno de juego como ring, además de que un seudoaficionado arroja algún gas a varios aficionados contrarios.

De acuerdo con reportes locales, la pelea comenzó cuando aficionados de las Águilas decidieron, de buenas a primeras, dejar el sitio en donde se ubicaban en la tribuna, para encarar a los seguidores auriazules y así fue como, de las gradas, el enfrentamiento se trasladó a la cancha.

Debido al alto número de aficionados rijosos de ambos equipos fue necesaria la seguridad local, aunque ésta resultó insuficiente, por lo que se decidió mejor suspender el encuentro pese al reproche de los aficionados que habían pagado el boleto y no participaron en la trifulca.