Thiago Gael, un bebé con cáncer en Morelia, necesita 800 mil pesos para su tratamiento. La comunidad se une para ayudarlo en su batalla contra el neuroblastoma.
Morelia, Michoacán.-A sus seis meses de vida, un bebé de Morelia, Thiago Gael, enfrenta una de las batallas más difíciles: fue diagnosticado con neuroblastoma, un tipo de cáncer infantil poco común y agresivo.
Su madre, Zaira Caballero Castillo, emprendió una carrera contra el tiempo y contra los costos médicos, que ascienden a 800 mil pesos entre sesiones de quimioterapia y un medicamento especializado.
Conmovidos por la causa, decenas de personas se sumaron este fin de semana a una carrera organizada por la familia en la capital michoacana. Cada participante aportó al menos 100 pesos, con lo que lograron recaudar 10 mil 200 pesos, el primer paso de una larga ruta de esperanza.
“El tumor fue detectado desde la gestación. Al principio pensaron que estaba en el pulmón, pero después se localizó en el abdomen. Lo operaron y se confirmó el diagnóstico: neuroblastoma. De ahí empezó nuestra lucha”, relató Zaira.
Aunque el tratamiento ya inició y se estima que durará hasta noviembre, el gasto es abrumador. Tan solo las seis sesiones de quimioterapia tienen un costo estimado de 300 mil pesos, pero la mayor carga económica proviene de un medicamento complementario que podría superar los 500 mil pesos. “Queremos dárselo porque aumenta la efectividad del tratamiento”, explicó.
Por decisión propia, la familia eligió atender al menor en un hospital particular, ante el temor de enfrentar carencias o demoras en el sector salud público.
“Durante mi embarazo no tuve una buena experiencia en el IMSS, y preferimos no arriesgarnos a que nos dijeran: ‘no hay medicamento’”, señaló.
No fue sino hasta que comenzaron a organizar actividades de recaudación, como la carrera, que el DIF municipal tomó contacto con ellos para ofrecer apoyo. A pesar de ello, la familia continúa impulsando por su cuenta las iniciativas para alcanzar la meta.
El oncólogo tratante, Esteban López, les dio una razón poderosa para no rendirse: los casos como el de su hijo tienen entre 60 y 65 por ciento de probabilidad de curación, si el tratamiento se sigue de forma puntual y completa.
Con esa esperanza, Zaira ha decidido contar su historia públicamente.
“Yo tenía miedo de exponer a mi hijo, pero entendí que no podía quedarme cruzada de brazos. Si alguien está pasando por algo parecido, puede contactarme. Les puedo compartir lo que nos ha funcionado”, dijo con voz firme, pero emocionada.
La lucha de esta familia apenas comienza, pero la solidaridad de quienes corrieron por su causa ya dejó claro que no están solos.