Carlos Adrián Morales, ídolo michoacano, debutó en 1998 con Monarcas Morelia y se consolidó como un histórico de la Liga MX con 27 liguillas, múltiples títulos y finales inolvidables
Morelia, Michoacán.- El 13 de septiembre de 1998, en un duelo ante Chivas, debutó en Primera División un jugador que marcaría época en el futbol mexicano: Carlos Adrián Morales Higuera. Desde entonces, el michoacano no ha dejado de sumar minutos, títulos y finales, consolidándose como uno de los futbolistas más longevos e influyentes de la Liga MX.
Originario de La Piedad, Michoacán, Morales saltó a la cancha con apenas 19 años bajo la dirección de Tomás Boy, quien lo hizo debutar en Monarcas Morelia. “Me invadieron los nervios, aunque fue una gran alegría”, recuerda el eterno número 28.
Una carrera llena de finales y títulos
Con 27 liguillas disputadas, 10 finales de Liga MX, 3 de la CONCACAF, una Superliga y varias ediciones de Copa MX, Morales ostenta cifras que pocos futbolistas alcanzan. En sus vitrinas presume cuatro títulos de Liga obtenidos con Morelia (Invierno 2000), Pachuca (Invierno 2001), Toluca (Apertura 2008) y Santos Laguna (Clausura 2012).
A nivel de Copa también levantó el título con Morelia en 2013, y aunque perdió varias finales, su trayectoria lo respalda como uno de los jugadores más constantes del futbol mexicano.
Su legado en la Liga MX
A lo largo de casi dos décadas, Carlos Adrián Morales se convirtió en un referente dentro y fuera de la cancha. Chivas, Toluca, Pachuca, Santos y Morelia fueron algunos de los equipos que lo vieron pelear en múltiples finales, siempre con la misma entrega que lo caracterizó.
En su etapa final como jugador, previo a enfrentar una final de Copa MX ante Chivas, el michoacano reconoció que vivía “con gran emoción y satisfacción lo que el futbol me ha dado”, consciente de que pocas carreras logran una vigencia tan prolongada.
Infaltable compromiso con Morelia
Pese a la gloria obtenida en distintos clubes, Morales siempre mantuvo una conexión especial con Monarcas Morelia. “Lo más importante es la permanencia del equipo en Primera División; no nos daremos por vencidos”, declaró en una de sus últimas temporadas.
Su liderazgo, visión de juego y disciplina lo colocan en la memoria de los aficionados como un capitán eterno y referente del futbol michoacano.