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Recuerdo que estando en tercero de secundaria, en mi clase de religión nos pusieron un video donde se exponía, sin edición alguna, un procedimiento de aborto. No contaban nada acerca de la mujer a quién se le practicó, así que no puedo hacer más amplia la novela, sólo recuerdo que me causó un gran impacto y que dentro de mí se quedó una inquietud de comprometerme de manera activa en ese tema, en el sentido de que no más personas atravesaran por una situación así.

Después de unos años, descubrí una asociación que se llama Vifac y se dedica a acompañar a mujeres que se enfrentan a un embarazo no deseado. En ese momento investigué un poco más y me di cuenta que no tenían presencia en Morelia y el tema me pasó de largo. Sin embargo, se removió mi interés en desarrollar un criterio claro y sustentado respecto a este procedimiento, lo cual alcancé después de escuchar, leer y observar la realidad desde un punto de vista analítico; y este proceso sigue.

El estado de Michoacán ocupa uno de los primeros lugares en el país con mayor presencia de embarazos adolescentes atendidos por la Secretaría de Salud, la incidencia de estos embarazos varía en la última década entre un 21 y 26 por ciento del total de los atendidos por la mencionada institución pública. Estos números nos colocan dentro de los primeros lugares a nivel nacional, sin duda el tema merece estar dentro de las prioridades de la agenda gubernamental y civil.

Hace unas semanas, se volvió a cruzar en mi camino este tema por una invitación que recibí a un desayuno informativo de Vifac, asociación que ya tiene operaciones en Michoacán. Hasta este momento, opera una casa de enlace en Morelia y una casa hogar en Zamora, en donde brindan atención física y emocional a las mujeres que entran en contacto con la organización. Durante el desayuno, Marilú de Vilchis, fundadora de esta causa, y parte de su equipo de trabajo en la entidad expusieron el esquema de trabajo de Vifac, mismo que se centra en sanar física y emocionalmente a las mujeres que llegan a ellas, además de proveerles formación en diferentes áreas técnicas para que tengan herramientas con las cuáles valerse por sí mismas en el ámbito económico, como lo son: clases de corte y estilismo, computación, idiomas, alta cocina, y conclusión de los niveles de educación básica. El apoyo que se le brinda a la mujer embarazada dentro de Vifac, culmina una vez que el bebé de la beneficiaria nace.

Entre otras actividades, la organización realiza actividades de difusión, educación sexual, recaudación de fondos y atención en las casas enlace y casas hogar. En el 2015, su reporte refleja que se atendieron a 3,126 mujeres y 38,020 más fueron orientadas. En Michoacán, su meta es lograr consolidar la puesta en marcha de una casa hogar en Morelia, por lo que seguirán con labores de difusión y recaudación de fondos en próximas fechas.

No son excepción las beneficiarias que acuden a Vifac después de algún intento de aborto; y podremos discrepar en la postura que tengamos respecto a una realidad como ésta, y se vale. Sin embargo, celebro este tipo de iniciativas que apoyan a las mujeres que quieren tener a sus bebés; que acompañan a las mujeres a las que les cierran las puertas una vez que se descubren embarazadas; que responden al deseo de una madre de brindarle lo mejor a su hijo que viene en camino. Lo mejor, eso mismo que buscamos para nosotros tú y yo.