Charlie Sheen comparte confesiones impactantes sobre su pasado con el cártel mexicano, revelando detalles sobre su consumo de drogas y su rehabilitación.
Charlie Sheen ha vuelto a sorprender con confesiones impactantes sobre su vida personal.
En entrevistas recientes con 60 Minutes Australia y Primetime con Jesse Watters en Fox News, el actor de 60 años reveló detalles sobre su consumo de drogas, su vida sexual, su diagnóstico de VIH y su proceso de rehabilitación.
Estas declaraciones coinciden con el estreno de su documental en Netflix y su nuevo libro.

Durante su entrevista con Amelia Adams, Sheen confesó que su consumo de cocaína fue tan excesivo que incluso el cártel mexicano que lo abastecía decidió dejar de venderle. “¿El cártel te cortó el grifo?”, preguntó Adams sorprendida. “Lo hicieron”, respondió Sheen. “Pensaban que yo estaba traficando por mi cuenta”.
Además, admitió haber fumado piedras de crack de siete gramos, recordando entre risas la necesidad de una pipa más grande.
En la entrevista con Jesse Watters, Sheen profundizó sobre el episodio con el cártel, explicando que la cantidad de droga que le vendían era tan grande que pensaron que estaba traficando sin permiso.
Además, reveló que CBS intentó intervenir enviando un jet privado para llevarlo a rehabilitación, pero él decidió hacerlo por su cuenta.
Sheen reflexionó sobre su punto de quiebre con las drogas, admitiendo que “no había fiesta más grande a la que asistir” y que había defraudado a muchas personas, incluyéndose a sí mismo.
8 años de sobriedad
Actualmente, lleva casi ocho años sobrio y ha decidido compartir su historia para quitarle el poder a quienes intentaron extorsionarlo.

En su documental y libro, Sheen también aborda sus encuentros sexuales con hombres, explicando que hacerlo público fue una estrategia contra la extorsión. Sobre su vida romántica actual, comentó que es “tan poco emocionante como podría ser”.
Con estas revelaciones, Charlie Sheen expone no solo sus excesos pasados, sino también su proceso de reconstrucción personal, convirtiendo su testimonio en un documento de advertencia y redención.