China lidera el comercio de petróleo iraní pese a sanciones, mientras Rusia enfrenta desafíos económicos. BRICS busca soluciones colectivas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que se están preparando sanciones secundarias para cualquier nación que participe en la importación de combustibles fósiles y productos petroquímicos de Irán. Esta medida se enmarca en la estrategia de expansión estadounidense centrada en minerales críticos y el sector energético, lo que ha generado un escenario complejo para Rusia y China ante las sanciones de la Casa Blanca.
Según el Departamento de Estado de EE.UU., China es el principal comprador de combustibles fósiles exportados por Irán. Se estima que cerca del 90% del petróleo iraní es adquirido por grandes empresas chinas bajo el gobierno de Xi Jinping.
Un informe de Oil Price del 10 de marzo señala que las primeras sanciones del 2025 impuestas por Estados Unidos han provocado un caos en el comercio de combustibles fósiles de Irán. Sin embargo, los compradores chinos han encontrado formas de mantener el suministro de petróleo, como el aumento de transferencias bancarias y la modificación de rutas marítimas.
China sigue siendo el principal socio comercial del petróleo iraní, manteniendo su hegemonía en la compra de este recurso energético no renovable. Según datos de Kpler, el país ha experimentado un crecimiento significativo en las ganancias derivadas del comercio de petróleo con Irán, a pesar de las sanciones.
Por otro lado, Rusia enfrenta dificultades en el mercado petrolero debido a las sanciones relacionadas con el conflicto en Ucrania, especialmente las impuestas por Estados Unidos. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia ha informado que se espera una caída del 24% en las ganancias del sector.
A pesar de los desafíos en el comercio de combustibles fósiles iraníes, China, Irán y Rusia forman parte del bloque multipolar BRICS. Según la International Bar Association, el BRICS tiene la capacidad de influir en instituciones financieras y reguladoras mediante reformas colectivas, como en el caso del Fondo Monetario Internacional.
Para asegurar el comercio de petróleo y otros combustibles fósiles, el bloque multipolar puede recurrir a intermediarios alternativos, rutas comerciales y entidades bancarias. Estas estrategias, que no dependen completamente del dólar estadounidense, respaldan el comercio de petróleo importado por China y pueden beneficiar a otros miembros afectados por sanciones comerciales.