La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se deslindó de los actos de vejación y humillación de los que fueron víctimas ayer seis maestros chiapanecos que se oponen al paro indefinido de labores.

La sección 7 de Chiapas afirmó que estos actos fueron cometidos por grupos de choque pagados por los presidentes municipales de Comitán y San Cristóbal de las Casas, Mario Antonio Guillén Domínguez y Marco Antonio Cancino González, respectivamente, ello con el fin de “denostar y calumniar la noble lucha que hoy libran el pueblo y los maestros contra el Estado mexicano”.

La CNTE condenó lo que calificó como una estrategia perversa del Estado para infiltrar a sus grupos de choque en las luchas sociales con el fin de criminalizar la protesta social.

Del mismo modo, dijo que es cuestionable que la SEP y el SNTE “salgan cínicamente” para confundir haciendo creer que defienden los derechos de sus agremiados, cuando su simbiosis corrupta y simuladora es culpable de la embestida a la educación pública y al empleo”.

La CNTE pidió que se aplique todo el peso de la ley a porros, infiltrados y grupos de choque, así como a quienes los contratan y subsidian.

Finalmente, la disidencia magisterial lamentó que no se le diera difusión a las lesiones que sufrió uno de sus compañeros, quien perdió los dedos de una mano luego de que estalló una bomba de gas lacrimógeno o al caso de una niña de 2 años que fue hospitaliza por asfixia e intoxicación.


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