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Brasil.- El máximo tribunal electoral de Brasil (TSE) comenzará este martes el juicio sobre el financiamiento ilegal de la campaña del dúo formado por Rousseff-Temer, que podría anular su victoria electoral de 2014 y destituir al presidente brasileño Michel Temer, que sustituyó a su predecesora, Dilma Rousseff, tras su destitución el año pasado.

Los líderes opositores de centroderecha ven una posible sentencia judicial contraria al presidente como una forma de salir de la crisis política provocada por las denuncias de corrupción presentadas contra Temer. Pero la decisión podría tardar semanas en darse, si no meses, y también podría ser apelada por el jefe de Gobierno, del centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño.

La sentencia de la corte es clave para decidir el futuro político de Brasil, donde la perspectiva de tener un segundo presidente derrocado en un año ha generado un alto sentimiento de volatilidad política. La incertidumbre ha debilitado la moneda, el real brasileño, frente al dólar y ha deprimido las acciones de la Bolsa de Sao Paulo en los últimos días. A ello, se le añaden las masivas manifestaciones de personas que han salido a la calle para pedir la dimisión del mandatario.

Temer fue el compañero de campaña de la presidenta de izquierdas (del Partido de los Trabajadores) Dilma Rousseff, a quien reemplazó cuando fue destituida el año pasado, tras un impeachment.

Los partidos de izquierda están pidiendo elecciones generales anticipadas
Si se le echa del cargo, el presidente de la Cámara baja, Rodrigo Maia, tomaría las riendas del país hasta que el Congreso elija a la persona que dirigirá Brasil hasta las próximas elecciones de finales de 2018 dentro de un período máximo de 30 días. Los partidos de izquierda están pidiendo elecciones generales anticipadas para que los brasileños escojan de forma directa un nuevo presidente.

Si Temer es declarado culpable, se espera que haga una apelación que podría retrasar el proceso durante meses. El Gobierno posiblemente se desestabilizaría (todavía más, si cabe) y pediría a los miembros de su coalición que retiraran su apoyo, con lo que aumentarían las posibilidades de que pudiera verse obligado a dimitir.

El principal aliado de la coalición gobernante, el Partido Socialdemócrata Brasileño (PSDB), espera que el fallo de la corte decida si se debe abandonar el gobierno de Temer, lo que hundiría su agenda sobre la reforma fiscal.

Se preveía que el tribunal electoral culpara a Rousseff y absolviera a Temer, pero ahora es improbable debido a los recientes testimonios de los ejecutivos del gigante productor de carne JBS SA, quienes alegaron que financiaron ilegalmente su campaña electoral. Temer se ha negado a dimitir desde que la Suprema Corte autorizó el mes pasado una investigación contra él por presunta corrupción, chantaje y obstrucción de la justicia.

La investigación se basa en parte en una grabación secreta de una conversación con un ejecutivo de JBS en la que Temer parecía estar de acuerdo con un soborno para silenciar a un testigo clave en un escándalo de corrupción masiva.

La crisis política que rodea al gobierno de Temer se profundizó el sábado con el arresto de un colaborador cercano que fue visto en un video policial recibiendo una bolsa llena de 500.000 reales (152.000 dólares) en efectivo.

Asimismo, hoy se dio a conocer que la Fiscalía brasileña abrió una investigación para averiguar si los expresidentes Dilma Rousseff y Luiz Inácio Lula da Silva recibieron 80 millones de dólares en supuestos sobornos por parte de la misma multinacional cárnica, la JBS, según divulgaron medios locales.