Crisis de seguridad en Michoacán por fallas del gobierno de Aureoles Conejo y acción de grupos delincuenciales; quemas, bloqueos y pérdidas económicas agravan la credibilidad gubernamental
Manifestantes y vehículos quemados en una calle de Michoacán durante la reciente ola de violencia atribuida a la crisis de seguridad y la respuesta tardía del Gobierno de Aureoles Conejo. Imagen Ilustrativa / Foto: Raúl Tinoco Contramuro

Crisis de seguridad en Michoacán por fallas del gobierno de Aureoles Conejo y acción de grupos delincuencialesquemasbloqueos y pérdidas económicas agravan la credibilidad gubernamental

La crisis de seguridad que vive Michoacán ha puesto en evidencia una grave falla de previsión por parte del Gobierno de Aureoles Conejo. Lo que comenzó como un operativo contra grupos delincuenciales terminó en una espiral de violencia, con quemas de vehículos y establecimientos, bloqueos en carreteras y una oleada de pérdidas económicas que afectan a un tercio del territorio estatal.

Aunque el gobierno anunció la captura de 33 presuntos delincuentes —ninguno de ellos cabecillas—, especialistas señalan que estas acciones son insuficientes ante la magnitud de la crisis de seguridad. Mientras tanto, Los ViagrasLa Nueva FamiliaLos Caballeros TemplariosEl Cartel Jalisco Nueva Generación y H3 continúan disputándose el control de la entidad, empleando tácticas de guerra de guerrillas para sembrar el terror entre la población.

La situación contrasta con las promesas hechas por Silvano Aureoles Conejo durante su discurso de toma de posesión, cuando aseguró que devolvería la tranquilidad y construiría una estrategia integral de seguridad. Hoy, la credibilidad gubernamental está en entredicho: la lentitud en la respuesta, la falta de comunicación clara y la percepción de complicidad entre fuerzas del orden y grupos delincuenciales han generado psicosis y desconfianza social.

La crisis de seguridad también ha dejado al descubierto vínculos preocupantes dentro del propio aparato estatal. El caso de “Papá Pitufo”, Comandante de la Policía Estatal y cuñado del fundador de la Familia Michoacana, “El Chango Méndez”, pone en duda la transparencia y la imparcialidad de las instituciones encargadas de combatir el crimen organizado.

Expertos como Job Meneses Eternod advierten que el Gobierno de Aureoles Conejo atraviesa no solo una crisis de seguridad, sino también una aguda crisis de credibilidad. La recomendación es clara: revisar a fondo la estrategia de comunicación y el gabinete de seguridad, para evitar que la psicosis y la desestabilización sigan creciendo.

En resumen, la crisis de seguridad en Michoacán es un reflejo de la incapacidad del Gobierno de Aureoles Conejo para anticipar, contener y comunicar eficazmente ante la acción de grupos delincuenciales. Mientras no se atiendan las causas estructurales y se recupere la credibilidad gubernamental, la entidad seguirá sumida en la incertidumbre y el miedo.