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El día jueves se conmemoró el #DíaMundialSinAuto, fecha en la que, por un lado, se hace énfasis en las repercusiones que derivan del uso desmedido e irracional de los automóviles, recordemos que su principal objetivo es llegar a potenciar el transporte público como medio multimodal alternativo, además  de concientizar a cada uno de los ciudadanos de los efectos que tienen los automóviles en el medio ambiente.

Cada 22 de septiembre, se busca desincentivar el uso de este medio de transporte y generar conciencia sobre el uso de otros medios menos contaminantes como puede ser el uso de la bicicleta, el transporte público o caminar si es que nuestro destino es cercano. Todo esto sumado, genera una mejor calidad de aire en nuestras  comunidades y mejora nuestro estado de salud.

En México se tiene un estimado que circulan alrededor de 38 millones de automóviles y lamentablemente cada año fallecen alrededor de 24 mil personas a causa de accidentes de tránsito diariamente, algo ante lo cual no podemos ser indiferentes.

Un claro ejemplo en la Zona Metropolitana del Valle de México, área geográfica donde recordarán, hace algunos meses se implementó el  famoso “Doble No Circula”, medida que tuvo como finalidad estabilizar los altos índices de contaminación principalmente en la Ciudad de México, donde llegaron a registrarse una concentración superior a los 194 puntos de (IMECA) Índice Metropolitano de Calidad del Aire.

Dentro de mis actividades cotidianas, he estado en estos tres escenarios; como ciclista, peatón y automovilista, y debo decir que en todos los casos, siempre somos susceptibles a padecer algún menoscabo en nuestra salud, integridad y patrimonio por alguna negligencias de otras personas, hago mención de esta situación porque ello deja de manifiesto la necesidad de adoptar mejores hábitos mientras circulamos por las vialidades, por mencionar algunas:

  • No utilizar el teléfonos o un dispositivo móvil mientras caminamos.
  • No utilizar algún distractor cuando vamos en bicicleta o conduciendo.
  • Estar bien atentos a los señalamientos que nos indican y respetar a las demás personas.

Hago votos, para invitarlos amigas y amigos, a que apoyemos este tipo de causas que a la vez, ayudan a mejorar nuestro estilo de vida y nuestra salud, y dan un respiro a nuestro planeta, también tenemos que reflexionar sobre la responsabilidad que todos tenemos en el cumplimiento de los objetivos bajo los cuales se rige el Día Mundial sin Auto: el empoderamiento de ciclistas y peatones, lo que insisto, es bueno, siempre y cuando no se desvirtué el espíritu y lejos de brindarles certeza, los dotemos de impunidad para que utilicen las vialidades sin respeto hacia los demás.

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