El conflicto entre David Faitelson y José Ramón Fernández por acusaciones de adicciones desata un debate sobre ética periodística.
El mundo del periodismo deportivo en México está presenciando un conflicto de gran magnitud entre David Faitelson y José Ramón Fernández, dos figuras emblemáticas del sector, cuyo enfrentamiento ha tomado un giro personal, sorprendiendo a su audiencia.
El desencuentro comenzó cuando José Ramón Fernández, durante un programa de ESPN, criticó a ciertos periodistas calificándolos de “sicarios del periodismo” por su parcialidad al atacar a clubes y personalidades del fútbol mexicano.
Aunque no mencionó nombres, el panel insinuó que la crítica estaba dirigida a David Faitelson, quien recientemente se unió a TUDN tras su paso por ESPN y TV Azteca.
Faitelson, sin quedarse callado, respondió a través de redes sociales con una acusación seria: “aseguró que Fernández lidió con problemas de adicciones al final de su etapa en TV Azteca, lo que habría motivado su salida y tratamiento en España”.
Esta revelación desató una ola de comentarios en redes sociales, con algunos criticando a Faitelson por sacar a la luz un tema tan delicado.
La familia Fernández responde con comunicado
La situación escaló al punto que los hijos de José Ramón Fernández emitieron un comunicado público, expresando su desilusión por lo que consideran un ataque innecesario.
“”Nuestro padre ha dedicado toda su vida a la noble labor del periodismo. Formó brillantes generaciones de profesionales y entregó su vida a millones de aficionados; de alguna manera todos ellos son parte de nuestra familia y eso es un privilegio para nosotros.””
El comunicado resalta el compromiso y dedicación de Fernández a lo largo de su carrera. Sus hijos lamentan que la discusión haya caído en el terreno personal.
“”Nos entristece mucho que se haya recurrido a un inconsciente ataque personal, para responder a una inoportuna y desafortunada polémica.””
Este conflicto ha generado un debate sobre los límites éticos en el periodismo.
Algunos apoyan a Faitelson por defenderse de lo que considera una ofensa, mientras otros condenan que haya revelado detalles privados de su antiguo mentor.
Lo cierto es que la relación entre ambos, que alguna vez fue de mentor y aprendiz, parece estar irremediablemente dañada.
Este enfrentamiento no solo revive tensiones pasadas, sino que también plantea la posibilidad de que estemos viendo el final de una era en el periodismo deportivo mexicano.