Bad Bunny enfrenta demanda millonaria por el uso comercial de “La Casita”
Bad Bunny | Foto: Agencia México

Bad Bunny enfrenta una demanda millonaria por el uso indebido de “La Casita”, propiedad de Román Carrasco, en presentaciones comerciales.

Bad Bunny enfrenta una demanda millonaria por el uso comercial de “La Casita” sin autorización adecuada, según alega Román Carrasco Delgado, un hombre de 84 años residente del barrio Río Abajo en Humacao.

“La Casita”

Bad Bunny enfrenta demanda millonaria por el uso comercial de “La Casita”-1
Bad Bunny | Foto: Agencia México

Carrasco ha iniciado acciones legales contra el artista y las empresas relacionadas con la producción del álbum “Debí Tirar Más Fotos” debido al uso extendido de su propiedad en presentaciones y materiales promocionales sin recibir una compensación justa.

El demandante, quien construyó la vivienda con su hermano en los años sesenta, accedió inicialmente a que se usara para un cortometraje vinculado al lanzamiento del álbum en enero de 2025.

La grabación se realizó del 27 de noviembre al 3 de diciembre de 2024, tras una remodelación del inmueble.

Sin embargo, la demanda indica que se tomaron registros detallados de “La Casita”, que luego se replicaron en escenarios como el Coliseo de Puerto Rico, convirtiéndose en un área exclusiva para invitados.

“No Me Quiero Ir de Aquí”

La réplica de “La Casita” fue el centro de la residencia artística “No Me Quiero Ir de Aquí”, que incluyó 30 presentaciones y culminó el 14 de septiembre de 2025.

El espectáculo, que vendió más de 2.5 millones de boletos para su gira internacional, contó con la presencia de celebridades como LeBron James, Ricky Martin, y Penélope Cruz.

Carrasco, quien dice no saber leer ni escribir pero sí firmar, afirma que firmó un documento digital sin comprender los términos. Recibió dos pagos que suman 5,200 dólares, pero sostiene que el acuerdo solo cubría el cortometraje, no otros usos comerciales.

Además, Carrasco denuncia que su privacidad se ha visto comprometida, ya que su hogar se ha convertido en un punto de interés para curiosos.

La imagen de su casa ha sido ampliamente difundida en redes sociales y productos comerciales sin que él reciba ninguna retribución.

El demandante busca una compensación de 5 millones de dólares por enriquecimiento indebido y 1 millón por daños emocionales.

La demanda ha sido presentada por su abogado, y el contenido del documento legal ya circula públicamente.