Foto: Ismael Díaz

Juan Carlos Arreygue Núñez, Presidente del municipio de Álvaro Obregón en Michoacán, fue detenido por presuntamente ser el responsable de mandar matar y calcinar a 10 hombres, cuyos cadáveres aparecieron el pasado sábado a orillas del Lago de Cuitzeo.

La Procuraduría General de Justicia de Michoacán en mensaje a medios de comunicación donde no hubo preguntas, confirmó la captura del Presidente que surgió de las filas, del Partido del Trabajo, quien se suma a 4 policías y el mando de seguridad pública, del municipio de Álvaro Obregón.

Los cadáveres de las víctimas fueron localizados con una camioneta calcinada en la comunidad de San Juan Tararameo, en el municipio de Cuitzeo, a escasos metros del lago que lleva el mismo nombre.

En tres ocasiones el fiscal de Michoacán aseguró que las detenciones de los probables responsables se da en cumplimiento a un mandato del Poder Judicial y no por cuestiones políticas.

Así relató el Procurador de Michoacán las investigaciones del caso:

– Durante la noche del pasado viernes 29 de julio varias personas se encontraban en una tienda de abarrotes en los límites de Cuitzeo con Indaparapeo, ambos del Estado de Michoacán.
– Estas personas fueron detenidas por un grupo de policías a bordo de tres unidades oficiales del municipio de Álvaro Obregón, los civiles entre los que se encontraba “Luis Alberto”, fueron obligados a subir a una camioneta Tacoma color rojo y al día siguiente por la mañana fueron encontrados sin vida y calcinados.
– De los trabajos de investigación se advierte que al momento de la detención de los civiles estuvo presente el Presidente Municipal de Álvaro Obregón, quien de acuerdo a las entrevistas ordenó que los policías llevaran a cabo la detención.
– Se tiene conocimiento de que “Luis Alberto” quien prestaba algunos servicios al Ayuntamiento de Álvaro Obregón, mantenía algunas diferencias de carácter personal con el alcalde.
– Entrevistas permiten determinar que tras la detención y por orden del Presidente Municipal lo civiles fueron trasladados a un paraje en Álvaro Obregón donde los privaron de la vida y después los trasladaron a Cuitzeo y les prendieron fuego.


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