Una denuncia ciudadana pone de manifiesto las dificultades que enfrentan los ciudadanos al buscar justicia después de un incidente de violencia callejera en pleno centro de Morelia
Morelia, Michoacán – Una denuncia ciudadana pone de manifiesto las dificultades que enfrentan los ciudadanos al buscar justicia después de un incidente de violencia callejera en pleno centro de Morelia. El incidente ocurrió anoche alrededor de las 11:30 p.m. en la avenida Madero, una de las principales arterias de la ciudad y teniendo entre los agredidos a Roberto Fiesco, un director de cine que acudió al Festival Internacional de Cine.
Según el Fiesco, se encontraba caminando hacia su hotel cuando se cruzó con tres jóvenes aparentemente ebrios que caminaban en sentido contrario. Uno de los jóvenes, sin motivo aparente, se lanzó contra el denunciante y le propinó un golpe en la cabeza, dejándolo aturdido y desconcertado.
Acompañado de un grupo de amigos (Iliana, Julián, Abraham), decidió seguir a los agresores y alertar a la policía. Por fortuna, una patrulla con tres oficiales de la Policía Morelia se encontraba cerca y se dirigieron a la escena. Tras explicar lo sucedido, los oficiales decidieron seguir a los agresores, pero a pie, el grupo de ciudadanos logró alcanzarlos primero.
Los jóvenes agresores fueron detenidos cerca del Hotel Alameda, donde Roberto identificó al agresor que lo golpeó. Según el relato, el agresor parecía estar bajo los efectos del alcohol.
Sin embargo, el proceso de denuncia resultó confuso y frustrante para el agredido. Las autoridades alegaron que, al no haber heridas visibles en la víctima, la situación se convertía en un caso de “palabra contra palabra”.
Fiseco proporcionó su nombre y edad, que fueron registrados en un chat por las autoridades, pero se le informó que debía presentar una denuncia formal en la Fiscalía General de Estado de Michoacán, que se encuentra lejos del centro de Morelia.
En la Fiscalía, se encontró con un entorno poco propicio para la atención de víctimas, incluyendo problemas de higiene y una demora en la llegada de un médico para evaluar sus heridas.
“El MP era la Fiscalía General de Estado de Michoacán, bastante lejos del centro, por cierto. Un lugar infestado de ratas, moscas y moscos -no hablo en sentido figurado, sino de bichos-, completamente oscuro, donde era obvio que a medianoche estaban más bien durmiendo”.
La licenciada a cargo del caso afirmó que no podía tomar medidas hasta que se completara la evaluación médica, lo que llevaría horas.
Finalmente, frustrado por la aparente falta de acción, el cineasta decidió retirar la denuncia y abandonar la Fiscalía. No buscaba que el agresor fuera encarcelado, sino simplemente deseaba que el incidente quedara registrado como un acto de violencia callejera.