Donald Trump anuncia que EE.UU. ataca a Irán

EE.UU. ataca Irán, elevando la tensión internacional y provocando alerta global. Trump justifica la acción para detener el programa nuclear iraní.

En un giro crucial del conflicto en Medio Oriente, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este sábado que aviones militares estadounidenses han bombardeado tres instalaciones nucleares clave en Irán: Fordow, Natanz e Isfahán. “Todos los aviones han salido del espacio aéreo iraní y ya están de vuelta en casa sanos y salvos”, escribió en su red Truth Social.

El ataque fue realizado por bombarderos B2 equipados con armas especializadas para penetrar búnkeres. Esta operación sigue a más de una semana de intensos bombardeos israelíes contra objetivos estratégicos en territorio iraní.

Según Trump, la intervención fue vital para “preservar la paz” y detener el avance del programa nuclear iraní, considerado una amenaza tanto por Estados Unidos como por Israel.

El conflicto escaló el 13 de junio, cuando Israel lanzó una ofensiva aérea masiva, alegando que Irán estaba cerca de fabricar una bomba nuclear. Desde entonces, más de 400 personas han muerto —en su mayoría civiles— y más de 3,000 han resultado heridas. Las fuerzas israelíes han atacado bases militares, centros de investigación nuclear y han eliminado a varios líderes de los Guardianes de la Revolución.

Irán ha respondido lanzando misiles y drones sobre Israel, causando al menos 25 muertes. La tensión entre ambos países ha alcanzado niveles críticos, y la comunidad internacional exige una desescalada inmediata.

Hasta esta semana, el gobierno estadounidense solo había brindado apoyo diplomático a Israel, sin intervenir directamente. Pero tras una reunión de alto nivel en la Casa Blanca y el fracaso de las gestiones diplomáticas en Ginebra, Trump ordenó la operación. “Solo EE.UU. tiene la capacidad de eliminar estos sitios altamente protegidos”, afirmó.

La decisión ha generado controversia en el país. Algunos sectores conservadores la ven como una acción decidida, mientras otros critican a Trump por desviarse de su política de “America First” al involucrarse en un conflicto extranjero con consecuencias inciertas.

Irán ha prometido represalias severas contra intereses estadounidenses. Se teme por la seguridad de bases militares, embajadas y rutas marítimas en el Golfo Pérsico, así como por posibles atentados de células encubiertas en Estados Unidos o Europa.

Rusia y China han condenado la operación militar, calificándola de provocación peligrosa. La Unión Europea ha convocado una reunión de emergencia para analizar la situación. El secretario general de la ONU ha hecho un llamado urgente a la contención y ha advertido sobre el riesgo de una guerra de gran escala en la región.

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) informó que no había material nuclear activo en las instalaciones atacadas. Sin embargo, el impacto psicológico y político ha sido profundo. El líder supremo iraní está resguardado en un búnker, y ya circulan rumores sobre posibles escenarios de sucesión.

Israel anunció que sus operaciones militares continuarán y que los ataques lograron retrasar entre dos y tres años el desarrollo nuclear de Irán.

Por ahora, la gran incógnita es si este bombardeo marcará el inicio de una guerra directa o si, como afirma Trump, representa el primer paso hacia una “paz impuesta”. El mundo observa expectante y en alerta.