Las causas del inesperado fallecimiento del cantante Prince, el jueves 21 de abril, aún no han sido esclarecidas, como tampoco los resultados de la autopsia. Sin embargo, las últimas revelaciones realizadas por una fuente próxima a la investigación del caso a la NBC News confirman que el cantante se encontraba en posesión de analgésicos.
El comisario local de Minnesota, encargado de la investigación, ha solicitado ayuda a la DEA (Agencia Estadounidense Antidrogas) para determinar el papel que dichos analgésicos puede haber jugado en la muerte del autor de «Purple Rain».
Diversos amigos de Prince han señalado que el fallecido artista consumía un medicamento llamado Percocet (un fármaco compuesto por acetaminofeno y oxicodona), con objeto de combatir el recurrente dolor en sus caderas, debido a años de usar tacones y el esfuerzo físico que realizaba sobre los escenarios.
Prince, de 57 años, murió el pasado jueves en Paisley Park, su casa-estudio a las afueras de Minneapolis. Según el portal TMZ, fue hospitalizado por una sobredosis de Percocet seis días antes de su fallecimiento. El cantante no dejó testamento, según Tyka Nelson, su hermana, y parece ser que ella podría ser la heredera de una fortuna de 266 millones de euros y un catálogo musical valorado en más de 400 millones, según estima el diario «Los Angeles Times».
Un juez de Minnesota designó el miércoles una compañía de fideicomiso corporativo con objeto de supervisar temporalmente los bienes de Prince. El juez Kevin Eide accedió de este modo a una petición de la hermana del artista, para que la empresa Bremer Fiduciario gestione y supervise sus activos e identifique a sus herederos.