El día que un zinapecuarense descubrió una estrella
Foto. Cortesía

¿Sabías que hace 122 un zinapecuarense descubrió una estrella?

Morelia, Michoacán.- Era la noche del 21 de febrero de 1901, el día que un zinapecuarense descubrió una estrella; apenas transcurrían las primeras horas cuando Felipe Rivera, abogado de profesión pero aficionado a la astronomía vio en el cielo una “nova” y aún con las limitadas herramientas de comunicación que se tenían para entonces, dio aviso al Observatorio Nacional Astronómico de Tacubaya.

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La precaria comunicación que se tenía, derivó en que el anuncio del descubrimiento de la nova, llegara primero desde Escocia, donde Thomas David Anderson, había hecho el mismo descubrimiento. Sin embargo, se certificó que Felipe Rivera, oriundo de Zinapécuaro, Michoacán, México. Había intentado hacer la comunicación con anterioridad; sin embargo, la prioridad del descubrimiento fue para Anderson.

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Tras ello, en el mundo se le dio el nombre de “Nova Persei 1901”, al tratarse de una estrella nueva, instalada en la constelación de Perseo. En México, en honor a su descubridor se le llamó “Estrella Rivera”. Y luego de su descubrimiento y de observar que los aficionados a la astronomía en México no contaban con herramientas de comunicación -como fue su caso- para hacer la comunicación de un descubrimiento, un año después del avistamiento de la nova, se fundó la Sociedad Astronómica de México.

Fue Luis G. León, quien motivado por el descubrimiento de Rivera, apuró la organización de la Sociedad Astronómica de México. Hay que destacar que de acuerdo a esta asociación, la Estrella Rivera, fue descubierta por el michoacano, el 24 de febrero de 1901, es decir, tres días después de lo que históricamente se ha contado.

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Felipe Rivera, se convirtió en el primer presidente de la Sociedad Astronómica de México. Fue un abogado, nacido en 1852 en Zinapécuaro, Michoacán, a unos kilómetros de Morelia, la capital del Estado. Se le reconoce también como escritor y se recuerda su trayectoria como diputado local y federal. Murió en Zinapécuaro, en 1920.

Foto. Ireri Piña/ Contramuro

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Sus restos descansan en una lápida especial al centro del pasillo principal del panteón municipal de Zinapécuaro. Ahí, también se hace referencia al descubrimiento que hiciera. La casa que habitó, es actualmente la “Casa Museo Felipe Rivera”, ubicada en la calle del mismo nombre, a un costado de la escalinata que conduce a la capilla de “María Auxiliadora”.

Foto. Ireri Piña/ Contramuro

El lugar se puede visitar y al interior, observar las pertenencias, telescopios y un pequeño planetario hecho por el mismo Rivera.

Ireri Piña es licenciada en Periodismo, reportera de Educación, Turismo, multifuente. Contadora de historias y causas sociales; michoacana, moreliana