El legado de Giorgio Armani se distribuirá cuidadosamente, asegurando que su imperio de moda continúe bajo un control familiar meticuloso.
El fallecimiento de Giorgio Armani el 4 de septiembre de 2025 a los 91 años no solo marca el fin de una era en el mundo de la moda, sino que también inicia uno de los procesos de sucesión más meticulosamente planificados en la historia empresarial italiana.
El legado de Giorgio Armani

Aunque Armani no dejó herederos directos, su legado de entre 12.000 y 14.200 millones de dólares está cuidadosamente organizado para asegurar la continuidad de su imperio.
Desde 2016, Armani estableció los estatutos de Giorgio Armani S.p.A. para asegurar que, tras su muerte, la empresa mantenga su esencia.
Estos estatutos incluyen restricciones sobre los dividendos, directrices de estilo para todas las líneas de productos y una estructura accionaria dividida en seis bloques.
Su objetivo es preservar la integridad de la marca y evitar que el grupo se disperse en manos externas o cotice en bolsa.
Los herederos
Los herederos designados son familiares cercanos y colaboradores de confianza, como su hermana Rosanna, de 86 años; sus sobrinas Silvana, de 69, y Roberta Armani, de 54; y su sobrino Andrea Camerana, de 55, preparado para roles estratégicos.
También figura Pantaleo Dell’Orco, de 72 años, quien ha sido una figura clave en el diseño masculino.
Todos forman parte del consejo de administración junto a personalidades como Federico Marchetti, fundador de Yoox.
Fundación Giorgio Armani

La Fundación Giorgio Armani, creada por el diseñador, posee un 0,1% de la compañía y tendrá un papel crucial en la vigilancia ética y estética del conglomerado.
El 99,9% restante de las acciones, que aún pertenecen al fundador, se redistribuirá entre los seis bloques mencionados, aunque los detalles exactos se conocerán una vez que se abra el testamento en las próximas semanas.
Fundada en 1975, Giorgio Armani S.p.A. emplea a más de 8.700 personas, cuenta con 650 boutiques globales y genera ingresos anuales de 2.600 millones de dólares.
La empresa obtiene la mitad de sus ingresos en Europa, el 22% en América y el 19% en Asia-Pacífico. Más allá de la moda, Armani ha expandido su imperio a hoteles, restaurantes, muebles de diseño, fragancias y accesorios de lujo.

Armani en la bolsa
Aunque no cotiza en bolsa, el grupo ha considerado una eventual entrada al mercado de valores, pero no antes de cinco años después del fallecimiento de Armani, para asegurar una transición ordenada y proteger la identidad de la firma.
El proceso testamentario, que comenzará formalmente en septiembre de 2025, será observado con atención tanto por la industria de la moda como por el ámbito empresarial.
No solo por las grandes sumas involucradas, sino también por el modelo de sucesión que Armani dejó como legado: un sistema de control familiar, continuidad creativa y protección institucional que podría convertirse en un modelo a seguir para otras marcas de lujo.