Hector Tenorio

Es evidente la debacle de la candidata panista a la gubernatura al Estado de México, Josefina Vázquez Mota; prácticamente ha quedado marginada de ganar el próximo 4 de junio. Por donde se observe va directo a su tumba política. Se encuentra lejana de los punteros de la contienda: el priista Alfredo del Mazo Maza de PRI y Delfina Gómez Álvarez de Morena. Incluso, está peleando el tercer lugar con el perredista Juan Zepeda Hernández. Para complicar  más su situación, desde hace días corrió el rumor de que la ex candidata presidencial en el 2012 declinará a favor del abanderado del PRD.  Tanto daño  le hizo que el dirigente nacional del blanquiazul, Ricardo Anaya, minimizó a un rumor la posible declinación de ella, al afirmar que ése ha sido propagado por sus adversarios para debilitarla. Sin embargo, los conflictos internos que trae el PAN en  tierra mexiquense, aunado a las confrontaciones que tiene a escala nacional, tienen hundida a Vázquez Mota.

Desde el punto de vista de Ricardo Anaya, buscan que los panistas pierdan el ánimo,  y consideró que todavía es posible  que Vázquez Mota pueda ganar. ¿Qué otra cosa puede decir? De igual forma  desestimó las encuestas que colocan a su candidata por debajo de sus contrincantes: Alfredo Del Mazo y Delfina Gómez. De nada sirvió que ella mantuviera una posición ofensiva contra el  PRI y Morena, planteando que éste, aunque es un nuevo partido, también es corrupto y se deja llevar por cuestiones de negociación.

Pero la verdad es que se ha desplomado hasta el cuarto lugar de las preferencias electorales. Por eso no es extraño que Vázquez Mota despidiera a su principal estratega político, el colombiano Mauricio de Vengoechea, quien siempre ha trabajado para los priistas. El estratega se incorporó ufanándose de ser experto en guerra sucia y con la tesis de que la compra del voto no influye en las elecciones, como ha reclamado Acción Nacional. La campaña de la candidata está basada en el discurso de la corrupción, pero el problema es que se trata de una mujer acusada de actos de dicha índole.

El otro candidato que todavía queda vivo es el perredista Juan Zepeda, que si bien no ha logrado crecer, ha mantenido su voto duro. Todavía sueña con ponerse en la cima. Pero son más los deseos que las verdaderas posibilidades.

Por eso se lanzó contra la alianza Delfina Gómez-Elba Esther Gordillo,  y califico a ésa como un pacto  nefasto. Para él, los desvíos de recursos, de descuentos, de contratos de  la ex alcaldesa de Texcoco los podrá eludir asumiendo que fue una campaña de desprestigio, “pero este nexo voluntario no es un complot,” señaló.

En este sentido, Fernando González, ex subsecretario de Educación Básica y yerno de Gordillo, aseguró que, hasta ahora, no cuenta con información de que la maestra Gordillo haya respaldado a la candidata a gobernadora por Morena. No obstante, agregó “tampoco me sorprendería”.

En la recta final, Alfredo del Mazo del PRI, y Delfina Gómez Álvarez de Morena, se  darán con todo, y se espera  un cierre de fotografía, la diferencia entre el primero y el segundo será mínima por lo que no se debe descartar que cualquiera de los dos que salga derrotado no reconocerá  al otro.  Se impugnará el resultado y las movilizaciones se harán presente; la estabilidad de la entidad mexiquense  estará prueba, ya que las posiciones  se han polarizado.

¿Estamos ante un adelanto de lo que será  el proceso electoral de 2018? Andrés Manuel López Obrador medirá muy bien sus movimientos, ya que no puede darse el lujo de desgastarse antes de tiempo. El PRI también  tendrá que recurrir  a la meditación,  lo  tendrá que hacer independientemente del resultado.