No es fácil decir adiós. No es sencillo dejar la fiesta de los toros cuando se tiene aún gran potencial.

Pero es un enorme reconocimiento saber decir: “hasta aquí”. Sobre todo en el momento en que todo podría mejorar además de lo ya inmejorable. Pero aquí es donde uno se da uno cuenta cuando un torero se despide naturalmente, es porque elegantemente ya hizo lo que tenía que hacer.

GENIAL

Cuarta corrida de feria. Casi lleno. Adornos florales en la arena con la imagen en una lona de “Zotoluco”: Adiós maestro, decía el rótulo en la manta. Se hizo el paseíllo e inmediatamente después el público pidió a Eulalio salir al tercio para escuchar la rendición de coso en los tercios del ruedo. Ganado de Teofilo Gómez, idóneo para la ocasión sin ser más de lo que se puede esperar.

HASTA PRONTO

060416e4ce1becemedCumplido, nombre del primer toro de “Zotoluco”. Señalado el puyazo en el piquero. Y labor de cirujano en la muleta. Maestro consumado que disfrutó cada instante. La gente buena con el torero bueno. Toro que careció de fuerza, mas no de calidad y eso Eulalio lo resaltó con su muleta maestra y poderosa. Al tercio honrosamente tras pasaportar al enemigo.

Eres, segundo toro del Chintololo, como la canción del hidrocálido Napoleón. Brindó al público previa salida al tercio de Cristian Sánchez tras un par de banderillas fenomenal.

Y se dio a torear López sin prisas, disfrutando cada paso que daba en el ruedo, cada muletazo que propició de un toro poco potable. Pero lo hace valer como el mejor y en los mejores momentos suenan Las Golondrinas; lágrimas de algunos aficionados, sentimiento que revienta en el pecho de Eulalio. Es su última tarde.

Sigue Pelea de Gallos, encumbrando la carrera del matador, diciéndole adiós de esta hermosa plaza.

Zotoluco se crece, aviva al toro, aviva su historia. Aviva el sentimiento y la plaza simplemente se rinde ante el maestro.

El pinchazo fue lo de menos cuando Eulalio ya había hecho de las suyas en un muestrario de grandeza. El segundo intento fue letal: patas para arriba el toro y gritos de torero. Se despidió en los centros del ruedo. Imagen más que amorosa.