Esta mañana el gobernador de Michoacán Silvano Aureoles Conejo, aseguró que para el fin de 2016 se habrán extinguido las escuelas de “palitos” en Michoacán; recordó sus tiempos de estudiante, reconoció que aprendió tarde a leer y reflexionó sobre la importancia que para la niñez tiene recibir “buenos” ejemplos de sus profesores.

Alejado de un típico evento político, arropado por adolescentes, sin el séquito que normalmente lo sigue y persigue, reconoció que a su llegada al gobierno encontró “un verdadero caos” en la Secretaría de Educación, “con 3 mil plazas duplicadas, eventuales sin pagar con la esperanza de que se les pague y regularice su situación”.

Traemos un rezago muy fuerte en esta materia, aceptó el Gobernador del PRD, “muchas escuelas en mal estado, sin salones, sin bardas, sin plantillas completas”, por lo que la meta al final de año 2016 será la reconstrucción de todas las aulas de palitos en el estado y adelantó que cada lunes entregará un plantel arreglado, reconstruido o nuevo.

En la secundaria que hoy visitó el primer magistrado de la entidad, entregó siete salones “nuevos de paquete” con una inversión de 4 millones de pesos, prometió la construcción de 3 aulas más y antes de que lo pidieran también se comprometió a techar la cancha de usos múltiples de la institución.

La Secundaria Técnica 143, se ubica en San Isidro Itzicuaro en Morelia, inició operaciones en 2009, tiene 345 alumnos, hasta hoy más de la mitad de ellos tomaban clases en salones de “palitos”.

Se tomó el tiempo para platicar su vida de estudiante, “yo aprendí  a leer tarde”, reconoció y recordó a su maestra Honoria y al maestro Eustaquio de su natal Purechucho allá en Huetamo, también al maestro que siempre llegaba crudo, aunque no dio el nombre, el que llegaba el martes y que se iba el jueves.

Luego de esto le entro a la reflexión sobre los ejemplos para la niñez, dijo que además del conocimiento que los maestros dan en la infancia, el ejemplo que pongan los formadores perdurará en la formación personal del futuro líder, político o profesionista, por lo que finalizó convocado a los educadores a “incentivar los sueños de los niños para que se conviertan en los líderes del mañana”.