Una erupción solar de clase X2.7 interrumpió comunicaciones globales, afectando la tecnología y las señales de radio en varias regiones del mundo.
La NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU.) ha confirmado una erupción solar de clase X2.7, registrada a las 04:25 a.m. ET. En la escala de intensidad solar, la clase X representa las explosiones más intensas, capaces de impactar la tecnología y las comunicaciones en la Tierra. En esta ocasión, el efecto fue inmediato: cortes de radio de onda corta afectaron partes de América, África, Asia y Medio Oriente.
A pesar de su brevedad, la erupción fue lo suficientemente fuerte como para causar una degradación total de las señales de alta frecuencia durante unos 10 minutos en las regiones iluminadas por el Sol, especialmente en Oriente Medio. Según Shawn Dahl, meteorólogo de la NOAA, esta fue la llamarada más potente de 2025 hasta ahora, aunque inferior al evento X9.0 de octubre del año anterior.
Las erupciones solares son liberaciones violentas de energía magnética desde la atmósfera solar. Estas explosiones vienen acompañadas de radiación, plasma y partículas cargadas que, al llegar a la Tierra, pueden alterar la tecnología humana, desde GPS hasta satélites y redes eléctricas.
El fenómeno de esta semana es parte de un patrón creciente de actividad solar. Un día antes se registró una llamarada X1.2, y horas antes del evento principal, una M5.3. La NOAA advierte que estas ráfagas de energía, aunque no frecuentes, podrían volverse más comunes a medida que se acerque el pico del ciclo solar actual.
Aunque en esta ocasión no se reportaron daños más allá de la interrupción de señales, los expertos advierten que las tormentas solares más intensas pueden representar un riesgo para astronautas y tecnologías sensibles en órbita. Sin embargo, también pueden intensificar el brillo de las auroras boreales, haciéndolas visibles en latitudes más bajas de lo habitual.