En Día del Perro Callejero, reprochan animalistas pocas esterilizaciones en Morelia
Con 100 mil perros callejeros, asociaciones reclaman a Morelia por reducir esterilizaciones y no aplicar políticas de protección animal efectivas. Foto: Dalia Villegas Moreno.

Reducción de campañas de esterilización de perros callejeros y falta de datos actualizados reprochan animalistas en Morelia, la asociación GHAPAD exige acciones reales y reconocimiento a los perros comunitarios.

Morelia, Michoacán.-En el marco del Día del Perro Callejero, activistas de protección animal advirtieron una preocupante disminución en las campañas de esterilización en Morelia y señalaron la ausencia de una política pública integral que articule presupuesto, personal y acciones sistemáticas para enfrentar la sobrepoblación de perros, de los que la autoridad reconoce que existen alrededor de 100 mil en situación de calle.

En entrevista con Contramuro, Esmeralda Cerda Pizano, presidenta de la Asociación Generando Hogares de Amor para Animales Desprotegidos (GHAPAD), denunció que desde hace más de ocho meses no se han realizado campañas masivas de esterilización por parte del ayuntamiento.

“Lo último que vimos fue antes de que el Centro de Atención Animal se transformara en instituto, y esos mismos médicos se manifestaron porque el municipio les debía un año”, recordó.

A pesar de las expectativas generadas con la creación del Instituto Municipal de Protección y Bienestar Animal, la activista advirtió que no hay respaldo institucional suficiente.

“Pensábamos que con el instituto íbamos a tener mayor presupuesto y personal, pero no lo hay. Solo vemos el ímpetu de quien lo encabeza, sin apoyo ni estructura”, afirmó.

Cerda Pizano subrayó que las esterilizaciones son la principal herramienta para salvar vidas, pero que por sí solas resultan insuficientes si no van acompañadas de campañas de concientización ciudadana y de incentivos concretos.

“Las campañas sin conciencia quedan como un mero detalle. Se necesita más: educación, participación comunitaria y estímulos para quienes cuidan a sus animales”, expresó.

Faltan incentivos y reconocimiento a perros comunitarios

Entre las propuestas planteadas por GHAPAD está la implementación de beneficios como descuentos en el predial o en servicios municipales para ciudadanos que esterilicen y mantengan en buenas condiciones a sus animales.

Además, pidió que el gobierno reconozca legalmente a los “perros comunitarios”: animales esterilizados, vacunados y atendidos por vecinos, que viven en la vía pública pero están bajo la protección colectiva de una colonia.

“Esos perros ya tienen hogar, solo que no está entre cuatro paredes. Lo que falta es que el municipio lo reconozca oficialmente, que otorgue un acta o constancia donde se nombre responsables”, explicó.

Cerda aseguró que, al establecer ese marco, se evitaría la llegada de nuevos animales a zonas ya estabilizadas, y se fomentaría la participación ciudadana en el bienestar animal.

“Hay colonias en Morelia donde estos perros viven mejor que los que están en traspatios o azoteas. Tienen salud, comida, atención. Son parte de su comunidad”, dijo.

Sin censo, sin control real de perros en situación de calle

La activista cuestionó también la falta de datos oficiales sobre la cantidad de perros en situación de calle.

“No hay censo, no hay cifras claras. Nosotros estimamos que podría haber un perro en condición de calle por cada 30 habitantes, pero es un cálculo a ojo de buen cubero. Si ni siquiera hay registro, desde ahí empieza la evidencia de que no hay seriedad institucional”, sostuvo.

Aunque no fue posible localizar este domingo a la titular del Instituto, Minerva Bautista Gómez, para obtener datos actualizados, en entrevista con Contramuro realizada en marzo pasado, la funcionaria confirmó que Morelia enfrentaba una crisis con una población estimada de 100 mil perros callejeros.

La cifra fue obtenida a partir de censos en tenencias y colonias. “Sí creemos que esta cifra es mucho más cercana a la realidad”, dijo entonces Bautista, al señalar que se realizaron 20 mil esterilizaciones durante la administración anterior.

Refirió que se dispone de un presupuesto de 6 millones de pesos asignados al Instituto de Bienestar Animal, y aunque dijo que se aprovecha al máximo, siempre existen necesidades, sobre todo considerando la carga de la nómina, y señaló que actualmente reciben 40 reportes diarios de maltrato y abandono, aunque solo pueden atender 10 casos al día.

El albergue municipal, detalló, apenas puede resguardar a 50 perros adultos y 30 cachorros, y las adopciones son mínimas: “a veces, dos al mes”.

Sin eutanasias masivas, pero sí muertes por condiciones extremas

Aunque la ley permite la eutanasia después de un tiempo determinado de resguardo, Bautista afirmó que la política del instituto prioriza la vida.

“Hay animales que tienen seis años ya dentro del instituto. Solo se practica la eutanasia en casos extremos, cuando el sufrimiento es irreversible”, explicó.

Tarímbaro y Charo: Focos rojos de maltrato animal

La presidenta de GHAPAD identificó a Tarímbaro como uno de los municipios con mayores índices de maltrato y negligencia animal, tanto en espacios públicos como dentro de casas.

Denunció que hay perros ahogados durante las lluvias al haber sido abandonados en patios, y que muchas veces las autoridades locales no conocen o no aplican la ley.

“Por ley, el primer responsable de atender un caso de maltrato es el presidente municipal. Pero en la mayoría de los municipios de Michoacán ni siquiera se toca el tema, no hay voluntad, no hay conocimiento ni políticas públicas reales”, sentenció.

Morelia ha cambiado, pero no gracias al gobierno

Pese a la omisión institucional, Cerda Pizano afirmó que la ciudadanía ha avanzado enormemente en conciencia y participación.

“Desde que empezamos en 1999 y nos constituimos como asociación en 2010, hemos visto un cambio enorme. Hoy la gente saca fotos, denuncia, alimenta, esteriliza, adopta. Hay una red ciudadana viva, solidaria, que ya no es indiferente”, destacó.

Con motivo del Día del Perro Callejero, la activista reiteró su llamado al Ayuntamiento para que asuma su responsabilidad.

“No basta con tener un instituto de nombre. Se necesita presupuesto, estructura, metas claras y voluntad política. El bienestar animal no es un lujo, es un reflejo de la sociedad que queremos ser”, concluyó.