Hace algunos años, supe de un evento que iba a tener lugar en Morelia donde iba a tener presencia Lech Walesa, quien fuera Presidente de Polonia y Premio Nobel de la Paz, tenía muchas ganas de asistir, pero al final no pude porque el costo del boleto era algo elevado para mi presupuesto de estudiante. Sin embargo, la asociación que organizó este evento me llamó la atención y el día de hoy, desde hace dos años, me encuentro participando como miembro activo de su capítulo juvenil. La asociación de la que hablo es la Unión Social de Empresarios de México (USEM) Morelia.

Lo que me gusta de esta asociación es que más allá de buscar la formación de los empresarios en materias técnicas o profesionales, busca la formación del empresario como persona; para a través de la formación de éste, impactar de manera positiva en la dirección y gestión de las empresas de las que dirigen o forman parte, buscando su transformación en entes económicos productivos, humanos y socialmente responsables.

En el marco de las actividades de la nueva mesa directiva, esta semana se llevó a cabo el evento La responsabilidad social empresarial desde el pensamiento social de la Iglesia y Pacto Mundial (ONU), en el cual, durante dos días, se celebraron en las ciudades de La Piedad y Morelia diferentes mesas redondas con distintos públicos, tal como universitarios y empresarios.

En lo personal, tuve la oportunidad de acudir a los eventos realizados en la UVAQ y a la comida con empresarios, más adelante les comparto lo que más llamó la atención de lo compartido por los diferentes ponentes. El primer invitado especial fue Manuel Fitzmaurice Castro, Presidente de USEM Confederación, quien compartió los avances de esta Unión en diseñar y promover, entre las empresas, un protocolo de responsabilidad social centrado en la persona que tiene dos ejes fundamentales: la congruencia y la permanencia; y tres dimensiones: material, humana y espiritual. A decir del ponente, la implementación de estas directrices dentro de una organización, mejora su capacidad de respuesta positiva hacia su entorno y grupos de interés.

El segundo invitado fue el Alberto Chávez Chávez, Vicepresidente de asociaciones de USEM Confederación, quien compartió su experiencia como miembro de la Fundación del Empresariado Chihuahuense (FECHAC), única en su modelo, con la que contribuyen los 35 mil empresarios de ese estado. Debo decir que esta iniciativa me encantó y sería increíble poder replicarla en un estado como Michoacán. Les platico un poco más: su misión es crear mejores oportunidades de desarrollo para los chihuahuenses en los rubros de educación, salud y capital social; está financiada por un impuesto sobre nómina adicional que se integra a un fideicomiso y se opera por el órgano de gobierno, que está integrado por empresarios y representantes de gobierno. A la fecha han invertido más de 1,900 millones de pesos en más de 4 mil proyectos. Además, cuentan con un Centro para el fortalecimiento de las organizaciones de la sociedad civil. Un proyecto ambicioso, que requiere que cada actor se ponga la camiseta para consolidar un mejor Chihuahua. Increíble.

Marco Antonio Pérez Ruiz, es responsable en México de la ONU para el Pacto Mundial. Tiene 28 años, lo cual es ya es bastante decir de su persona al haberle confiado ese cargo; no haré alusión a su currículo, pero creo que su día sí tiene más de 24 horas, o las reales las aprovecha muy bien. Él hizo hincapié en desmitificar el hecho de que las grandes potencias económicas son los países, señalando que, de las 100 principales economías mundiales, 51 son empresas; comentando que si bien el fin último de éstas es la generación de utilidades deben empezar a convencerse de que es rentable ser responsable, de que si su desarrollo exitoso debe ir de la mano de la construcción de una sociedad exitosa. El Pacto Mundial es un órgano de la ONU que se califica como una red de aprendizaje no distintiva y voluntaria, a la que pertenecen 805 entidades en México, convirtiendo a nuestro país al puntero en números de filiación a nivel continente y tercero en el mundo. Claro, falta saltar de la intención a la acción, pero ahí vamos con el primer paso.

Además, se contó con la participación de personajes como Bertha Ballesteros Silva, Directora general de CEDIMI, y Miguel Gallardo López, Secretario general de COPARMEX Nacional, quienes hablaron de su testimonio de trabajo en pro del ejercicio de la responsabilidad social en las empresas y organizaciones no gubernamentales, respectivamente.

Ahora sí me faltó espacio para poder compartirles todo lo que les quería decir, espero que esta probadita les dejé la inquietud de investigar un poco más acerca de las iniciativas mencionadas. Con lo que yo me quedo de mensaje de este evento es que la empresa no tiene por qué ser la villana de la historia, que tiene un enorme potencial para consolidarse como un instrumento de cambio positivo dentro de sus entornos, sin comprometer sus utilidades. Sólo falta que los empresarios se den cuenta de esto, que les interese hacerlo y que se formen para hacerlo de la mejor manera.

¡Gracias USEM por este evento!


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