Silvano Aureoles señaló que actualmente operan 600 elementos de la Guardia Nacional en Michoacán
Morelia, Michoacán.- El gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, consideró que el crimen organizado intentará desacreditar las actuaciones de la Guardia Nacional o que, pese a tratarse de soldados y marinos, están expuestos a que se “puedan contaminar con malas prácticas”.
En entrevista, Aureoles Conejo comentó que la recién nacida Guardia Nacional que contará no solo con elementos de policía, sino del Ejército Mexicano y la Marina, deberá cuidarse, a fin de que no sean coaptados por la delincuencia organizada y las malas prácticas.
“Tiene ahora que cuidarse mucho, máxime que son soldados y marinos (…) No vamos a tardar mucho en que los grupos delincuenciales nomás estén viendo para empezar a desacreditar (…) Van a un terreno pantanoso, minado, y por un lado es riesgoso exponerlos a algún riesgo latente, y por el otro lado, el riesgo de que se puedan contaminar con malas prácticas”, dijo.
Aureoles Conejo también señaló que será un cuerpo de seguridad expuesto a las quejas de los organismos protectores de los derechos humanos, además de conocer a cabalidad las facultades de la policía.
“La Guardia será un cuerpo que venga a coadyuvar, que complemente las tareas que deben hacer los municipios y los estados, pero que en esta etapa hay que cuidar la Guardia Nacional, porque al final son soldados y marinos, y no es fácil un tránsito, por más que tengas un curso sobre derechos humanos, sobre conocimiento básico, la tarea policial es otra cosa, entonces ese procedimiento de acoplasión (sic) no va a ser de inmediato”, expresó.
Te puede interesar: Este 17 de julio se conocerá condena contra ‘El Chapo’ en EEUU
Aclaró que hasta el último corte de elementos que han arribado a Michoacán, son alrededor de 600 efectivos, pero aclaró que cada día llegan más. Además, señaló que se han instalado en las bases militares, aunque admitió que varios elementos no habitan en condiciones óptimas para su estancia.
“Llegan a los municipios y los mandan a dormir a los auditorios, a los estadios o a instalaciones que no son adecuadas para ellos, no tienen dónde comer, no tienen dónde asearse, donde descansar, por lo menos serán seis meses para acabar las instalaciones propias”, concluyó.