alfonso solorzano
Foto: Cortesía

Hace 15 años se creía que por fin los grandes conflictos mundiales llegarían a su fin, la Unión Soviética estaba colapsando y los nuevos dirigentes rusos y de la Europa oriental comenzaban a desarrollar una política de acercamiento con occidente; en el lejano oriente, China y Vietnam iniciaban una política de apertura económica, al mismo tiempo las dictaduras militares de América Latina transitaban a la democracia, por lo mismo se auguraba una muy próxima paz y estabilidad mundial. La realidad ha mostrado lo equivocada que estaba esa visión del mundo.

Las grandes tensiones políticas en distintas regiones como Medio Oriente, Asia Oriental, África y Europa del Este entre otras, parecen contradecir el optimismo de hace tres lustros. La escalada de agresiones diplomáticas entre las grandes potencias militares, China, EUA y Rusia, así como las distintas crisis económicas y políticas que azotan a la Unión Europea y a varios países de América Latina han generado una enorme preocupación en el ámbito geopolítico moderno.

Tenemos ahora un EUA que no se ha terminado de recuperar de su crisis económica y que está a punto de cambiar de mandatario, una Rusia que está siendo atacada económicamente por la Unión Europea pero que aun así se niega a cambiar su postura sobre el conflicto de Ucrania, una República Popular China que encuentra cada vez más conflictos diplomáticos en las aguas internacionales del lejano oriente, particularmente con Japón, Vietnam y Filipinas, finalmente encontramos una Unión Europea azotada por ataques terroristas y amenazada con la desintegración a causa de los nuevos nacionalismos europeos que están ganando terreno político.

Todo lo anterior es una advertencia de lo que posiblemente ocurrirá en los siguientes meses y años; se está produciendo un cambio drástico en las posturas internacionales actuales, lo cual está generando a su vez nuevas alineaciones o bloques internacionales, algo parecido a lo que ocurrió en la guerra fría (1945-1991) donde se enfrentaron de forma indirecta el bloque soviético y el bloque estadounidense. Sin embargo la formación de alianzas actuales que se están tejiendo es mucho más compleja, ya no hay dos bloques rivales, sino múltiples bloques con distintos intereses, sin una ideología política como bandera, por el contrario son mucho más pragmáticos en ese aspecto.

Se creyó erróneamente que la guerra fría fue propiciada por un enfrentamiento ideológico, las nuevas tensiones políticas mundiales demuestran que no fue así; si en verdad la guerra fría hubiese sido un conflicto meramente ideológico, la situación actual no tendría razón de ser, realmente todo fue un choque de intereses políticos de parte de EUA y la URSS. Simplemente veamos hoy en día el conflicto ucraniano, tanto la Unión Europea como Rusia o EUA son todos países con sistemas económicos de base capitalista, no obstante siguen manteniendo vivo el mencionado conflicto, o como lo es el caso de la tensión diplomática entre China y Vietnam, donde supuestamente ambas son naciones comunistas y sin embargo sostienen fuertes roces políticos, incluso el reciente acercamiento entre EUA y Cuba está dándose precisamente por estrategia geopolítica no por cuestiones ideológicas.

Esta especie de “segunda guerra fría” tiene dos características clave, la primera de ellas es como se mencionó, la aparición de múltiples bloques: el chino, el ruso, el estadounidense y el europeo; por otro lado, la nueva posición de las naciones en desarrollo o conocidas anteriormente como tercermundistas, y es precisamente este punto el que está tomando mayor protagonismo recientemente.

En la guerra fría los países tercermundistas eran considerados como “peones” o “satélites” de las grandes potencias para incrementar su área de influencia, y generalmente sus gobiernos frágiles con instituciones débiles los hacia blancos fáciles para la manipulación geopolítica. Actualmente las cosas han cambiado,  la mayoría de las naciones en desarrollo o del tercer mundo, a pesar de sus problemas, han crecido no solo en lo económico sino también en lo político y militar, pasando de ser simples “peones” a ser países estratégicos, pues ya ha habido un fortalecimiento institucional muy notorio y por lo mismo ya no resultan tan sencillas de influenciar como en el pasado; India, Brasil, Turquía, Perú, Sudáfrica, Angola o Egipto, son naciones que ya no se dejan impresionar fácilmente por los bloques potencia; incluso han sostenido ciertas políticas de imparcialidad internacional que los ha llegado a beneficiar, por lo mismo ahora los nuevos bloques políticos tratan de utilizar distintas estrategias para ganarse el apoyo de estos países, ya sea brindándoles protección militar, invirtiendo en su infraestructura o generando convenios económicos muy benéficos, todo ello sin mencionar que también estas naciones en desarrollo tienen sus propios conflictos entre ellas, lo cual solo sirve para alimentar aún más la incertidumbre política.

La tensión geopolítica actual, es algo nunca antes visto, por lo mismo las grandes organizaciones internacionales no han sabido concretar un plan efectivo para apaciguar este conflicto, a ello se suman otros eventos que contribuyen al aumento de esta tensión, como la posibilidad de que Donald Trump gane las elecciones o el reciente intento de golpe de estado en Turquía. Consecuentemente la diplomacia debe ser utilizada ahora más que nunca, pues un conflicto mundial sería lo último que la humanidad necesita en esta época de crisis.

Los gobiernos del mundo deben mantener en su mente que quienes no aprenden de la historia están condenados a repetirla.


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