'Hombre árbol' de Bangladesh tendrá que volver al quirófano
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“Las verrugas me han salido en mis dos manos y mis piernas; no podía ni trabajar ni moverme normalmente”

Bangladesh.- Es conocido como «hombre árbol» de Bangladesh por las grandes verrugas que cubren su cuerpo a causa de una rara enfermedad, Abul Bajandar, ha regresado al hospital del que partió hace meses sin esperanzas de curación, tras haber sido sometido a casi una veintena de operaciones.

“Había perdido toda esperanza. Los doctores hicieron todo lo posible pero yo no vi ninguna posibilidad, así que volví a casa”, explicó a la agencia EFE. Bajandar, de 28 años, que entre enero de 2016 y mayo del año pasado permaneció ingresado en el Hospital Universitario de Dacca junto a su mujer y su hija.

“Sin embargo, mi estado ha ido empeorando desde que partí. Las verrugas me han salido en mis dos manos y mis piernas; no podía ni trabajar ni moverme normalmente. He contactado a los doctores de nuevo y me pidieron que volviera al hospital”, lamentó el paciente.

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El hombre pasó de la ilusión de volver a una vida normal hace dos años, tras pasar por un rosario de operaciones para eliminar las voluminosas verrugas con forma de corteza de árbol, a la pesadilla de ver crecer de nuevo las deformaciones.

Las intervenciones quirúrgicas, comprobaron los médicos, tan solo le proporcionaron un alivio temporal.

Con motivo del mes sagrado del Ramadán, Bajandar regresó a su pueblo en el suroeste de Bangladesh hastiado por la epidermodisplasia verruciforme que sufre -una enfermedad hereditaria, pero no contagiosa.

Ahora, Bajandar está de vuelta al hospital en el que ni siquiera cuenta con una cama donde dormir, después de haber partido entre críticas por el mal trato recibido por algunos trabajadores del centro y porque las autoridades suprimieron las ayudas alimentarias a su familia.

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“Me han prometido una cama tan pronto como haya una disponible. Hasta entonces tengo que estar aquí”, explicó, sentado en el suelo en el quinto piso del hospital al que llegó hace tres días acompañado de su madre.

Por el momento, la única esperanza de Bajandar es encontrar una cura fuera de Bangladesh. “He pedido a los doctores que me envíen al extranjero. Aquí han intentado hacerlo lo mejor posible y hecho muchas operaciones, pero no ha ayudado”, lamentó.

Aunque Bajandar no dispone de una habitación en el centro, las autoridades del hospital han comenzado a evaluar su estado. “Hemos creado una comisión médica para él y ahora estamos llevando a cabo varias pruebas. La semana próxima quizá sea operado”, explican médicos.