Así lo aseguró esta mañana José de Jesus Castellanos de la Comisión Mexicana de Derechos Humanos que Integra el Consejo Interreligioso de Michoacán.
Lo hizo un día después de que el presidente Enrique Peña Nieto presentó una iniciativa para reconocer en la Constitución el matrimonio igualitario es decir entre personas del mismo sexo.
“Yo creo que sí -es una enfermedad- y que puede ser tratada y hay muchos testimonios de quienes han sufrido ese proceso y conocen incluso cuales fueron las razones que llevaron a esas situaciones y que pueden ser superadas y son superadas”, aseguró.
Para Castellanos, “un grupo de psiquiatras cedieron a la presión del ‘lobby gay’ para decir que ya no es enfermedad y en consecuencia ya no quieren que se trate a quienes tiene ese problema de identificación entre lo que físicamente son y cómo se interpretan”.
El término “lobby gay” fue usado por primera vez en los periódicos británicos como The Sun en 1998, en relación a una supuesta representación excesiva de gays en el gabinete ministerial del gobierno laborista.
El 6 de junio de 2013, tres meses después de asumir, el Papa Francisco hizo referencia a la presencia de un “lobby” extremadamente influyente de cardenales homosexuales que utilizan la información como chantaje y amenazas para orientar la política vaticana. Es “un grupo de poder corrupto que se opone a la reforma de la Curia”, detalló durante un encuentro con la directiva de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos y Religiosas (CLAR).
Pero retomando, según Castellanos, defensor de Derechos Humanos, este “lobby gay” en México quiere que incluso “la legislación prohíba que se traten y que los traten, -a los homosexuales- eso es una injusticia, muchos de ellos no son felices con su problema, tienen derecho a realizarse humanamente, ese eso derecho humano, lo otro es una opción cultural que no tiene porque imponerse a la sociedad”.
No se puede tratar igual a los desiguales eso es injusticia
Para el defensor de los Derechos Humanos existen discriminación cuando se distingue entre iguales, entre el matrimonio heterosexual y homosexual no hay igualdad, porque en el primero hay capacidad reproductiva y el segundo no, “tratar igual a los desiguales es una injusticia”, por lo tanto no existe tan discriminación, asegura.
Explica que los derechos humanos radican en la naturaleza de la persona y el sexo lo da la naturaleza; “lo otro -el ser gay- es una opción y debe ser respetada esa persona que toma esas opciones, no por qué las toma porque sea homosexual sino porque es humano”.
Y finalmente aseguró que no se les pueden dar los mismos derechos a parejas heterosexuales que homosexuales; “las sociedades de convivencia que generan derechos civiles para este tipo de uniones ha sido una solución pero no se les puede dar el mismo tratamiento y los mismo derechos a quienes son naturalmente complementarios hombre-mujer y pueden tener hijos”, recalcó.