Imelda Garza Tuñón critica la falta de arrepentimiento de Maribel Guardia en la disputa legal por el testamento de Julián Figueroa.
Ciudad de México.-Imelda Garza Tuñón, viuda de Julián Figueroa, expresó sus sentimientos tras reencontrarse con Maribel Guardia en la primera audiencia del proceso de impugnación del testamento del cantante. Este encuentro, realizado en los juzgados de Morelos, fue un momento crucial en la disputa legal por la herencia.
“Sí, sí, sí, después de todo lo que ha pasado sí es la primera vez que la veo. Y no va a ser la última, pero pues espero que esté muy bien y que le vaya muy bien”, declaró Imelda con calma ante las cámaras de Venga la Alegría.
A pesar de que ambas estuvieron presentes durante toda la diligencia, no se dirigieron la palabra. Sin embargo, Garza Tuñón afirma que sí hubo contacto visual entre ellas:
“No, no hablamos, pero sí, obviamente nos vimos a los ojos. Estuvimos ahí, ¿Cómo cuántas horas?, como 10 horas. Mi sentir, la verdad es que me da tristeza, me da mucha tristeza cómo terminó su situación.”
Este sentimiento se mezcla con una crítica directa:
“No veo arrepentimiento en ella. Entonces, digo, una persona que no tiene arrepentimiento, y que hace tanto odio y dice que lo hizo por amor, pues ni modo.”
Garza Tuñón explicó que la impugnación fue recomendada por sus abogados, quienes dudan de la autenticidad de la firma de Julián Figueroa en el testamento. El documento nombra como heredero universal al menor José Julián Figueroa, y a Marco Chacón, esposo de Maribel, como albacea.
“Fue una audiencia de lo que ustedes ya sabían, ya salió en todos lados, sí, es de la sucesión de Julián. Es para aclarar ciertos asuntos, pero hasta ahí no puedo decir más”, comentó la joven, citando también al abogado Juan Ignacio Lozano Gracia, quien asegura que “ese testamento no es verdadero”.
Por el momento, la estrategia de Imelda y su equipo es clara: “Está diciendo muchas cosas. Entonces queremos más bien no contradecirlos, que ellos sigan hablando y diciendo lo que quieran y nosotros llegar con las pruebas y decir: ‘Mira, aquí está.’”
Mientras el caso avanza, las emociones y diferencias entre Imelda y Maribel reflejan una historia que trasciende lo legal: una historia de duelo, ruptura y búsqueda de justicia.