Imelda Tuñón critica a Maribel Guardia por su control económico, destacando el conflicto familiar y la lucha por la autonomía.
La tensión entre Maribel Guardia e Imelda Tuñón, viuda de Julián Figueroa, ha alcanzado nuevos niveles, convirtiéndose en un tema candente en el mundo del espectáculo.
Lo que comenzó como un duelo compartido por la pérdida del cantante, ha evolucionado en una serie de declaraciones públicas que evidencian diferencias sobre la gestión financiera, la convivencia y el vínculo con su hijo, José Julián.
Imelda ha acusado a su exsuegra de ejercer control sobre su vida a través del dinero. En una entrevista para Ventaneando, explicó que el apoyo económico que recibían —20 mil pesos mensuales divididos entre ella y Julián— era su única fuente de ingresos, lo que los obligaba a vivir en la casa de Maribel.
“No teníamos acceso a ningún otro bien económico de Julián, por eso también no nos podíamos salir de su casa”, detalló.
Sin embargo, tras la muerte de su esposo, cumplió con una promesa personal: salir de ese entorno y depender del apoyo de su familia.
Además del aspecto económico, Tuñón ha compartido que este conflicto le llevó a una transformación emocional.
“Me ayudó mucho a madurar y a aprender que no puedes confiar en todas las personas, hay veces que la gente te va a decepcionar. Nunca se debe vivir en la casa de la suegra”, afirmó, destacando que fue un error que su madre y su abuela le advirtieron.
“Una persona que me hubiera querido como mi familia no me hubiera expuesto de la manera que lo hizo”, añadió, refiriéndose a lo que considera una actitud hostil por parte de la costarricense.

Por su parte, Maribel Guardia ha declarado que dejó de brindar apoyo económico a su nieto porque Imelda rechazó esa ayuda.
A pesar de esto, ha manifestado su disposición a retomar el apoyo si las circunstancias lo requieren, y ha expresado su deseo de mantener un vínculo afectivo con el niño, a quien considera una parte viva de su hijo fallecido.
Imelda Tuñón critica a Maribel
Imelda, sin embargo, ha sido clara: “No queremos nada de ella, nada”, comentó previamente, marcando una distancia emocional y familiar. Y en la entrevista reciente, mencionó que el menor, por ahora, no tiene interés en ver a su abuela.
“Anda muy ocupado con sus cosas”, dijo, minimizando cualquier acercamiento.
Este conflicto, que mezcla duelo, diferencias generacionales y disputas por autonomía, sigue desarrollándose ante la mirada pública.
Mientras Maribel busca preservar la memoria de Julián a través de su nieto, Imelda defiende su independencia y el derecho a criar a su hijo sin interferencias.
Ambas han expresado que están en paz con sus decisiones, aunque sus caminos parecen cada vez más distantes.