Inés Gómez Mont vende su mansión en Florida tras el arresto de su esposo, Álvarez Puga, enfrentando procesos legales en EEUU y México.
La presentadora mexicana Inés Gómez Mont vende su lujosa mansión en Pinecrest, Florida, poco después de que su esposo, el empresario Víctor Manuel Álvarez Puga, fuera detenido por las autoridades migratorias de Estados Unidos.
La propiedad, adquirida en agosto de 2021 por 6.3 millones de dólares, está ahora en el mercado por 9.1 millones de dólares, lo que podría representar una ganancia de casi 3 millones de dólares si se concreta la venta.
La mansión en Rolling Road
Ubicada en Rolling Road dentro de la exclusiva comunidad de Villa Pinecrest, la mansión cuenta con diez habitaciones, ocho baños, una piscina infinita, jacuzzi, sala de cine privada y extensos jardines tropicales en más de una hectárea.
La compra fue realizada a través de la empresa Casa Mía LLC, creada por Gómez Mont en julio de 2021, aunque ella firmó personalmente los documentos.
Expertos en bienes raíces indican que el valor de la propiedad ha aumentado debido a la alta demanda en la zona, donde residen celebridades como Shakira y Julio Iglesias.
Se estima que una venta en 2024 podría alcanzar los 11 millones de dólares.
La decisión de vender la mansión se hizo pública a través del periodista Luis Chaparro en su programa Pie de Nota, en medio de la incertidumbre legal que afecta a la familia.
El arresto
Álvarez Puga fue arrestado el 24 de septiembre de 2025 en un operativo del ICE, US Marshals y Border Patrol, mientras salía de la mansión en un Bentley de 300 mil dólares.
El arresto se produjo debido al vencimiento de su visa de no inmigrante, que había ingresado en enero de 2021. Aunque no tiene antecedentes penales en EE.UU., enfrenta un proceso migratorio que incluye una audiencia de fianza el 12 de noviembre de 2025.
Actualmente, está bajo custodia en el Centro de Procesamiento Krome North en Miami, donde se evalúa su solicitud de asilo político, alegando persecución en México.
Fuentes señalan que Gómez Mont, quien estaba en la mansión con sus seis hijos, evitó la detención por consideraciones humanitarias hacia los menores, aunque enfrenta un proceso paralelo por presuntas falsedades en su solicitud migratoria.
Prófugos de la justicia
La pareja ha estado prófuga de la justicia mexicana desde septiembre de 2021, cuando la Fiscalía General de la República emitió órdenes de arresto por su presunta implicación en una red de empresas fantasma que desvió 2,950 millones de pesos del erario público. Los cargos incluyen delincuencia organizada, lavado de dinero, peculado y defraudación fiscal.
En Estados Unidos, las autoridades también investigan el origen de los fondos utilizados para adquirir propiedades, bajo sospecha de lavado de dinero vinculado a los casos en México.
La FGR estima que las inversiones inmobiliarias de la pareja superan los 500 millones de pesos, financiadas mediante “factureras” y contratos simulados. Entre sus propiedades destacan una mansión en La Gorce Island, Miami Beach, un departamento en Manhattan y varias propiedades en México.
En 2022, una demanda civil en Florida reveló que hipotecaron dos inmuebles en Miami y Palm Beach por 11.3 millones de dólares para cubrir un crédito de 4 millones, administrados por testaferros.
Inés Gómez Mont y Víctor Álvarez Puga, casados desde 2015, tienen seis hijos. La exconductora de TV Azteca se retiró de la televisión en 2019 para dedicarse a su familia, aunque continuó activa en redes sociales hasta que estalló el escándalo en 2021.
En un comunicado de septiembre de 2021, Gómez Mont negó las acusaciones, afirmando: “Jamás me he robado un peso […] bajo ningún concepto pertenezco al crimen organizado”. En 2020, evitó un juicio por evasión fiscal pagando 10.967 millones de pesos.
Reportes recientes sugieren que Gómez Mont y sus hijos podrían haber huido a Dubái, un país sin tratado de extradición con México, tras el arresto de su esposo.
La venta de la mansión podría ser un intento de liquidar activos ante los procesos judiciales en curso en ambos países, donde los bienes son clave para rastrear flujos ilícitos.