Cultura, tradición y diversión en Noche de Muertos UNLA 2018
Foto archivo: Raúl Tinoco/ Contramuro

Morelia, Michoacán.- Para la Universidad Latina de América (UNLA), la ceremonia de Noche de Muertos es de trascendental importancia, por ello, este sábado la comunidad universitaria realizó la tradicional “Noche de Muertos UNLA” y desde poco después de las 19:00 horas y hasta la media noche, se presentaron diversas actividades dedicadas a quienes ya partieron de la tierra. A primera vista en el ya tradicional “ahuehuete” se colocó el altar principal dedicado al portugués Fernando Pessoa, uno de los más grandes poetas de Portugal.

Ahí, el embajador de Portugal en México Jorge Roza de Oliveira se maravillaba con la ceremonia y a los presentes les aseguró que estaba “encantado” con Morelia y honrado por la dedicación especial de esta noche de muertos a Portugal. Mientras que a los costados se leían algunos de sus poemas y se daba una breve explicación de quién era.

Los pasillos iluminados por veladoras daban paso al resto de los escenarios y en el principal, se presentaban bailes folclóricos, poemas, cantos y recitales con temas alusivos a la muerte y a las culturas michoacana y portuguesa. Para más adelante, encontrar la glorieta principal también con un altar que dejó extasiados a los visitantes que llegaron a participar de esta ceremonia.

En otro pasillo también iluminado y reflejado en el lago de la institución se instalaron 20 altares de muerto, con dedicaciones especiales para luchadores, el Ejército Mexicano, los muertos por la guerras en el mundo, artistas plásticos, cantantes; y los tradicionales de la Región Lacustre de Michoacán, que destacan por la gran cantidad de flores y veladoras que se colocan sobre las tumbas de los difuntos.

El frió no se hacía sentir entre la multitud que esperaba atenta el ritual de los “mariposeros de Pátzcuaro”, con lanchas iluminadas como lo hacían sus antepasados, dos remeros de ese Pueblo Mágico hicieron gala en la ceremonia de la UNLA con sus redes en forma de mariposas blancas, que recuerdan el regreso de los muertos a la tierra. Este ritual se realiza únicamente en ocasiones especiales como parte de un homenaje a los padres de los pueblos indígenas de Michoacán.

Sin duda, las familias que asistieron a la UNLA para conocer algunas de las tradiciones más representativas de los pueblos originarios de Michoacán, se maravillaron con este ritual y el del juego de pelota, que simboliza las batallas que los antepasados dicen se realizaban para la permanencia del día y de la noche, la salida del sol y de la luna. Representación que hicieron con una pelota encendida que no dejó duda del arraigo de quienes practicaban esta ceremonia siglos atrás.

Para concluir la noche, el cielo se iluminó con decenas de globos de cantoya que las familias asistentes lanzaron, cada uno con un deseo distinto que vieron volar hasta que desapareció en la oscuridad que se volvió a encender con un castillo de pirotecnia que daba señal de la conclusión de una de las ceremonias más vistosas que se realizan en instituciones educativas de la capital michoacana.

Al salir, los asistentes dejaron en claro su satisfacción por haber sido participes de este festival de noche de muertos, que además instruyó talleres para niños; muestras y venta artesanal y gastronómica y explicaciones de todos y cada uno de los detalles que se prepararon para honrar a todos los difuntos.

Ireri Piña es licenciada en Periodismo, reportera de Educación, Turismo, multifuente. Contadora de historias y causas sociales; michoacana, moreliana