Lázaro Cárdenas
Foto: Cortesia/Gerardo A. Herrera Pérez.

En el marco de la “Segunda Conferencia Internacional sobre Seguridad y Justicia en Democracia: Hacia una Política de Estado Centrada en los Derechos Humanos”, el Ombudsman Nacional, el doctor Luis Raúl González Pérez, expresó que son inaceptables los niveles de inseguridad, violencia, impunidad y corrupción que se viven en el país; por ello, planteó la urgencia de revisar y replantear nuestras políticas públicas en las áreas de seguridad y justicia, que deben realizarse de manera integral y multidisciplinaria, tomando como premisa el respeto y defensa de los derechos humanos de víctimas, servidoras y servidores públicos de esas áreas y de todas las personas.

Enfatizó que “centrar en el uso de la fuerza las esperanzas de que en México alcancemos verdadera seguridad y justicia es una perspectiva errónea”. El Ombudsman Nacional expreso que México tiene una institucionalidad débil, por lo que es preciso desvincular la integración y operatividad de nuestras instituciones (sobre todo aquellas que son los aparatos de seguridad pública y procuración de justicia o bien los cuerpos militares) de coyunturas políticas o de cualquier otra índole.

Precisó que “requerimos estructuras burocráticas profesionales y capacitadas, que garanticen y den certidumbre a las personas sobre su operatividad y eficiencia”, “con independencia de quien asuma la titularidad de una dependencia o del Poder Ejecutivo”; esto es, requerimos que los servidores públicos resignifiquen su discurso público en materia de derechos humanos y se profesionalicen en las materias de igualdad y no discriminación, perspectiva de género, transculturalidad, derechos humanos y libertades.

“El Ombudsman nacional consideró posible revertir la situación que enfrentamos, pero se requiere reconocer la existencia de los problemas y actuar de manera decidida para solucionarlos, para recuperar la tranquilidad, detener la inseguridad, impunidad, dolor, violencia y muerte que atravesamos”, no se puede tapar el sol con un dedo, la sociedad debe estar informada.

Propuso apostar por el respeto de los derechos humanos, la paz y la legalidad como pautas que marquen nuestro futuro. Tras mencionar que se debe fortalecer la cultura de la legalidad en autoridades y sociedad para lograr un México en que se exijan los derechos y se cumplan obligaciones, y donde la observancia y aplicación de la ley no se negocie o se realice de manera selectiva, dijo que no podemos seguir apostando a la reacción y al uso de la fuerza sobre la prevención.

Así de simple, “La violencia no acabará con la violencia”, reitero, así de simple, la violencia no se combate con violencia, se combate con educación, con valores, con principios, con cohesión social, con respeto a la dignidad humana, con fuentes de empleo, con mecanismos de participación ciudadana. con impulso y fortalecimiento a las organizaciones de la sociedad civil, se combate con libros, con diseños curriculares ponderando la ética, el civismo, la igualdad y no con armas; se combate con maestros bien pagados, y con una estrategia de capacitación y formación social, con profesionalización de los docentes para  que promuevan y desarrollen  conciencia social; se combate con una Universidad con todos los recursos humanos, económicos y de ingeniería de procesos necesarios para la formación de los profesionales. Con una sociedad informada de sus derechos humanos y libertades sociales.