Morelia, Michoacán.-La mañana de este primero de septiembre, amaneció con mucha seguridad al sur de la capital michoacana, pues el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, el presidente de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar y funcionarios de los tres órdenes de gobierno se hicieron presentes en el acto de izamiento de la bandera nacional.
Desde las 7:30 horas aproximadamente, el 12° batallón de infantería de la XXI zona militar, arribó al lugar por todos conocido como “el asta bandera”, minutos más tarde se vio desfilar por ahí desde secretarios de estado, hasta diputados locales y funcionarios municipales entre muchas otras personas para conmemorar el inicio del mes patrio, de los festejos más nacionalistas y en los que todo aquel que nació en territorio azteca, tiene el mexicanismo a flor de piel.
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Hasta el lugar indicado, arribó el gobernador michoacano, Silvano Aureoles Conejo, acompañado del secretario de gobierno, Adrián López Solis y rodeado de otros secretarios de estado, eran las 8:00 horas en punto, hora programada para dar inicio al acto, pero falta el jefe de la comuna moreliana.
Incrédulos, los funcionarios municipales se preguntaban por el alcalde capitalino, Alfonso Martínez Alcázar, el mismo mandatario estatal, preguntó si alguien sabía porque el retraso, todos se miraban unos con otros, mientras al gobernador le tocó esperar entre risas con quienes sí habían llegado puntuales a la cita.
Aproximadamente 15 minutos después, a lo lejos se vio la llegada de Alfonso Martínez, -ya llegó, ahí viene- comentaron algunos personajes al titular del ejecutivo estatal, quien de inmediato recibió el saludo del edil.
Ahí mismo se escucho al secretario de gobierno michoacano, decirle al presidente municipal, “de seguro pensaste que el gobernador llegaría tarde y por eso se te hizo tarde a ti también”, entre risas Alfonso contestó que no, pero que el tráfico para llegar al lugar estaba muy pesado, pues añadió que se había hecho 40 minutos de su casa hasta ahí.
Fue así como inició el evento, todos alineados, comenzaron a sonar los tambores y las trompetas de la banda de guerra de los soldados, izaron el lábaro patrio, le rindieron honores, entonaron el himno nacional y se despidieron.
Así es como concluyó este acto, en donde tardaron más esperando al presidente municipal que en lo que levantaron la bandera en la capital michoacana.