Julio César Chávez agradece estar vivo tras cirugía renal de emergencia, reflexionando sobre su recuperación y retos familiares.
Ciudad de México.-Julio César Chávez, el legendario campeón mexicano, reflexiona sobre su recuperación tras una operación de emergencia para extraerle piedras del riñón en Sinaloa, a pesar de su conocida fortaleza física, Chávez experimentó un dolor intenso que requirió intervención inmediata.
“Inclusive todavía estoy en tratamiento, pero es un dolor bien fuerte, la verdad, o sea, tenía una piedra y duele… ¡Ay!, horrible. Horrible, horrible. Afortunadamente fue de emergencia, estuve en Culiacán”, compartió el exboxeador.
Chávez explicó que el procedimiento fue complicado, y que incluso tuvieron que realizarle un remedio temporal: “Me sacaron una piedra, pusieron un catete… ¡Ay!, para hacer pipí… ¡Ay!, no les cuento, no se los quiero contar.”
A pesar de la gravedad de la situación, Chávez se siente agradecido de que sus riñones no sufrieron daños permanentes y que la intervención se realizó a tiempo. “Gracias a Dios, no, porque ya había pus, entonces fue totalmente a tiempo. Si no, ya no… ya no me iban a…”
Además, Chávez se refirió a los problemas legales de su hijo, Julio César Chávez Jr., en Estados Unidos y México, admitiendo que la situación le afecta emocionalmente, pero mantiene la esperanza de que se resolverá conforme a la ley.
“Pues sí, claro, lógicamente afecta, ¿no? Cuando uno tiene un problema del que sea, pues siempre afecta, pero estamos tranquilos, gracias a Dios, ¿me entiendes? Porque todos estamos bien”.
Con su habitual sentido del humor, Chávez concluyó:
“Yo estoy como San Telmo, cada día más bueno.” En un tono más serio, añadió: “Hay que seguir, hay que respetar a las autoridades, primeramente Dios.”
Julio César Chávez sigue bajo supervisión médica, agradecido de haber superado esta emergencia sin consecuencias graves y con la esperanza de volver pronto a sus actividades habituales.