Kanye West regresa a México tras 17 años, pero la polémica surge por los elevados precios de los boletos, generando un intenso debate.
Ciudad de México.-El famoso rapero Kanye West, conocido como Ye, ha generado un gran revuelo en el ámbito musical de Latinoamérica al anunciar su concierto en México, programado para el 30 de enero de 2026 en la Monumental Plaza de Toros México, ubicada en la Ciudad de México.
Este será su único espectáculo en el país, como parte de una gira selectiva que incluye una fecha en Sudáfrica, específicamente en Johannesburgo el 13 de diciembre de 2025. Aunque no se ha confirmado una gira mundial, se especula sobre posibles extensiones a otros destinos.
Sin embargo, la emoción por su regreso después de 17 años se ha visto opacada por la controversia en torno a los precios de los boletos, que han desatado una ola de memes, quejas y debates en las redes sociales sobre la accesibilidad de la música hip-hop.
El concierto, titulado “Ye Live”, comenzará a las 21:00 horas y promete un espectáculo envolvente con los distintivos elementos visuales y sonoros de West, incluyendo escenografías minimalistas y posibles colaboraciones sorpresa.
La boletera oficial, Superboletos, informó que el 95% de las localidades, con capacidad para más de 40 mil personas, se agotaron en menos de 24 horas, generando una recaudación estimada de más de 213 millones de pesos. No obstante, la preventa general, que inició el 12 de noviembre a las 18:00 horas, no ofrece planes de pago a meses sin intereses, lo que ha intensificado las críticas.
Los boletos están clasificados en diferentes categorías que reflejan la segmentación del público: desde opciones más accesibles en las gradas hasta experiencias VIP en palcos. A continuación, se presenta el desglose oficial, sin incluir cargos por servicio (aproximadamente 10-15% adicionales):
- Palcos: $24,800 MXN (zonas premium con vistas privilegiadas y servicios exclusivos).
- Barrera: $18,600 MXN (acceso directo al escenario, ideal para fans cercanos).
- 1er Tendido: $12,400 MXN (buena visibilidad media-alta).
- Discapacitados / 2do Tendido A y B: $6,200 MXN (accesibilidad adaptada y sectores medios).
- Lumbreras: $3,348 MXN (laterales con vista panorámica).
• Grada General 1 y 2: $2,852 MXN (opciones más económicas, en las alturas).
En X (antes Twitter), usuarios como @rafuunka ironizaron: “Kanye West se quiere jubilar con los precios de los boletos… Y yo contribuiré a que tenga una vejez digna”.
Otros, como @ailoviutl, compartieron el mapa de zonas agotadas, señalando que palcos y barrera se agotaron primero. La frustración es evidente:
“Estos precios no representan el espíritu del hip-hop, se volvió un lujo para pocos”, tuiteó un fan, reflejando un sentimiento colectivo que compara el costo con festivales enteros.
Esta no es la primera vez que Ye visita México, pero sí la más esperada. Su última visita fue en 2008, durante la gira Glow in the Dark, donde ofreció dos exitosos conciertos: uno en la Arena Monterrey el 18 de octubre y otro en el Palacio de los Deportes de la Ciudad de México el 17 de octubre.
Aquellas presentaciones, con invitados como Rihanna y Lupe Fiasco, rompieron récords de asistencia y consolidaron su estatus como innovador del hip-hop, fusionando luces futuristas y narrativas autobiográficas. Anteriormente, en 2005, participó en conciertos benéficos por el huracán Katrina, mostrando su lado filantrópico.
West, nacido el 8 de junio de 1977 en Atlanta y criado en Chicago por su madre, la académica Donda West (fallecida en 2007), abandonó la universidad para producir beats “chipmunk soul” –samples acelerados de soul clásico–.
Su ascenso como artista llegó con The College Dropout (2004), un álbum introspectivo sobre fe, ambición y desigualdad racial, que vendió millones y ganó Grammys. Álbumes como Late Registration (2005), Graduation (2007) y el aclamado My Beautiful Dark Twisted Fantasy (2010) –considerado una obra maestra– lo posicionaron como visionario, con 24 Grammys y colaboraciones con Jay-Z, Rihanna y Paul McCartney.
Expandió su imperio a la moda con Yeezy (vendió miles de millones con Adidas hasta 2022) y arquitectura, fundando Donda Academy para jóvenes en riesgo.
En su vida personal, West ha estado casado dos veces. Su matrimonio con la empresaria Kim Kardashian (2014-2022) fue uno de los más mediáticos de Hollywood, marcado por realities y escándalos, pero terminó en divorcio amistoso con custodia compartida de sus cuatro hijos: North (2013), Saint (2015), Chicago (2018, por surrogación) y Psalm (2019, por surrogación).

Actualmente, está casado con la diseñadora australiana Bianca Censori desde diciembre de 2022 en una ceremonia privada sin licencia legal inicial; su relación ha sido turbulenta, con rumores de separación en abril de 2025 por sus controversias, pero se reconciliaron públicamente en mayo. No tienen hijos en común, aunque Censori es madrastra de los de West.
Sin embargo, la trayectoria de Ye está marcada por polémicas que eclipsan su genio. En los últimos 12 meses (noviembre 2024-noviembre 2025), ha enfrentado un torbellino: en febrero 2025, tras defender a Sean “Diddy” Combs en cargos de tráfico sexual, revivió rants antisemitas en X, comparándose con Hitler y elogiando aspectos del nazismo, lo que llevó a su expulsión de la agencia 33&West y demandas por discriminación religiosa y acoso sexual de ex-empleadas de Yeezy.
En mayo, lanzó “Heil Hitler” –un track con samples de Hitler y letras nazis–, prohibido en plataformas y causante de la cancelación de su concierto en Corea del Sur y la denegación de visa en Australia. En abril, posteó comentarios transfóbicos y homofóbicos, y en julio, Australia lo vetó por “glorificar el Holocausto”.
Estas declaraciones –que incluyen teorías conspirativas y amenazas– han costado alianzas millonarias (Adidas, Gap) y su estatus de multimillonario, reduciéndolo a $400 millones. Críticos como Jonathan Greenblatt de la ADL lo llaman “un intento triste por atención que usa a los judíos como chivo expiatorio”.
A pesar de disculpas esporádicas –como en mayo, afirmando “estoy hecho con el antisemitismo”–, sus acciones persisten, polarizando fans: unos lo ven como genio incomprendido, otros como tóxico. En noviembre, se reunió con el rabino Yoshiyahu Pinto para disculparse, pero el daño persiste.

