Alcaldes y diputados locales de Morena, “cooptados por gobernadores”: Monreal
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Sólo un despistado o un fanático podrían concluir que el primer debate entre candidatos presidenciales va a modificar significativamente las encuestas. AMLOno se va a caer por esa estrategia de administrar la ventaja que lo llevó a no dar respuestas a preguntas incómodas de sus adversarios y a mostrarse sobrado ante las cámaras.

Pero este debate, mucho más entretenido que los anteriores, puede ser el principio de algo que aún no alcanzamos a ver. Poco se ha hablado del lenguaje corporal López Obrador. Su precipitada salida del escenario, sin despedirse de sus adversarios, ni esperar el cierre de la transmisión, refleja enfado, intolerancia y soberbia.

Todo el tiempo el hombre pareció desconectado, desinteresado cuando los otros candidatos no hablaban de él. Fue captado continuamente con la cabeza agachada y la mirada en el piso. Buscaba afanosamente una cartulina, un papel o qué sé yo, mientras sus adversarios le lanzaban una lluvia de críticas.

No quiso, no supo, no pudo contestar en temas como el nepotismo en Morena, su alianza con Napito o Elba, su cambio de opinión sobre Poncho Romo. Abusó de frases que hizo famosas en los spots. Tampoco nos dijo de qué vive. Sus adversarios lo acorralaron con cuestionamientos sobre su propuesta de amnistiar a los malos.

Es cierto, cómo se quejó de que “le echaron montón”.

Debió suponerlo y prepararse para ello. Es el puntero en las preferencias electorales. Iban por él. Por mucho que quiso disimular su contrariedad, no pudo. Su cara decía más que sus palabras.

  • Ricardo Anaya demostró que es el niño aplicado. Se preparó a fondo. Se desempeñó con soltura. Él no se fue a “pegar estampitas” del Mundial con su hijo la víspera de un evento tan importante.

Me atrevo a afirmar que pasó horas y horas ensayando. Es el estilo. Hizo bien. Una transmisión que vieron 11.4 millones de personas, según cifras de especialistas, bien vale la pena. Fue el mejor de los cinco. En eso hay coincidencia.

Pero hay algo imperdonable. Algo que no se puede pasar por alto. Engañó, otra vez, para evadir las explicaciones que le pidió Denise Maerker —inexplicablemente los otros candidatos no lo hicieron con la misma vehemencia— sobre su patrimonio y la famosa nave industrial en Querétaro.

El “candidato del PRD” —como lo llamó Margarita— utilizó hasta dos veces una resolución del Tribunal que cuestiona la difusión del video de su visita a la PGR, pero no dice nada de la bodega que le compró y vendió el cuestionado empresario queretano Manuel Barreiro. “Los elementos del lavado siguen. Prestanombres, empresas fantasma, paraísos fiscales de personas expuestas”, escribió en Twitter el expresidente Felipe Calderón.

  • José Antonio Meade dejó ir la oportunidad de acortar distancias con El Peje. Y es que nomás no logra conectar con la gente ni emocionarla. Su lenguaje no es de alguien que le habla al votante. Desbarató, eso sí, la propuesta de AMLO de que se van a ahorrar 500 mil millones de pesos con la eliminación de la corrupción y gastos suntuarios en el gobierno y que con eso se va a financiar el desarrollo.

“Eso equivale a todo el presupuesto del gobierno federal, a excepción de Educación y Fuerzas Armadas”, le dijo Meade. No quedaría para obras ni para programas sociales. No tengo duda de que es un hombre honesto y técnicamente el más dotado para gobernar el país. Sus propuestas son las más estructuradas. Pero lo suyo, lo suyo, no son los medios y la marca no le ayuda.

Le dio un gancho a Anaya donde más le duele: lo comparó con Roberto Borge y los cargos de lavado de dinero que enfrenta. Le dio derechazos a López Obrador: nepotismo en Morena y la existencia de tres departamentos a su nombre en el Registro Público de la Propiedad. Aquí AMLO si respondió y bien. Le dijo: “Si los encuentras te los regalo…”. Meade ya encontró los documentos que acreditan la propiedad de dos departamentos que no están en la declaración de AMLO. “Me los deben”, dijo ayer.

  • Coincido en que El Bronco sorprendió. Es mediático. El anuncio de que mandará una iniciativa al Congreso para que al que robe se le moche la mano llamó tanto la atención, como la edecán en el debate de hace seis años.

Los memes que provocó arrancaron muchas sonrisas.

Me quedo con la pregunta que le hizo a AMLO sobre la oferta del avión presidencial que, asegura El Peje, le hizo a Donald Trump: ¿De cuándo a acá vendes lo que no es tuyo?

Margarita le ganaron los nervios. Sus intervenciones fueron atropelladas. Generalidades en su mensaje a las mujeres. La esperábamos más agresiva con Anaya. El MB se lo llevaron los moderadores: Denise MaerkerAzucena Uresti y, el buen amigo, Sergio Sarmiento.

  • A ver, a ver, a ver ¿cómo está eso de que Luisa María Calderón anda en campaña y se mantiene simultáneamente en el Senado? Sabemos que va a la Cámara alta cada 15 días y sólo para renovar su licencia. Luego, luego se regresa a buscar los votos para ser diputada federal “independiente” por Michoacán.

Así se la ha llevado. No es ilegal, pero es tramposo. La Ley no la obliga a la licencia definitiva. Dicen que lo hace para que no muevan a su personal. ¡Qué generosa! Lo cierto es que hoy día, mientras está en campaña y pide licencia cada 15 días, la puerta de un senador permanece cerrada.

También es cierto que hay un voto menos en las plenarias y en comisiones. Y si se mantiene en la nómina, sólo ella lo sabe.

El caso es que la puerta que dice Luisa María Calderón invariablemente está cerrada. Aún conserva el logotipo del PAN, a pesar de que ya no pertenece a ese partido.

  • En San Lázaro hay movimientos de inconformidad. Nos avisan que hoy —a las 14 horas— habrá una movilización de asesores de los diputados. ¿Motivo? Les llegó una circular que especifica que las liquidaciones serán el próximo 31 de mayo. Es decir, tres meses antes de que termine la legislatura.