Los verdaderos motivos de la destitución del titular de la Fepade son un misterio. Son muy pocos los que se tragan la píldora de que lo corrieron por violar los códigos de conducta de la PGR, o porque no respetó el debido proceso.
Sólo en los cielos saben el fondo de la remoción del fiscal electoral, pero en la tierra la percepción es que es más un asunto político que técnico.
¿A Santiago Nieto lo corrieron por resultarle muy incómodo al sistema? ¿Para proteger a Emilio Lozoya de las acusaciones que se le hacen de desvío de recursos a la campaña del PRI en 2012? ¿Para sentar las bases de un acuerdo integral en el tema de las fiscalías general, anticorrupción y electoral?
La primera pregunta parece descartada. No hay base sólida para siquiera suponer que el sistema le tenga miedo al fiscal electoral.
Los senadores Manuel Bartlett, coordinador del PT en la Cámara alta, y Luis Sánchez, su homólogo en el PRD, no tienen
dudas: la destitución de Nieto tiene que ver con el caso Odebrecht.
No hay que olvidar que antes de dejar la Procuraduría, Raúl Cervantes dijo que la investigación del caso más emblemático de corrupción internacional ya concluyó.
- Al encargado de la PGR, Alberto Elías Beltrán, jura que la instrucción de correr a Nieto no le llegó de arriba.
Y más: en el tour de medios que hizo recalcó, insistentemente, que la decisión fue suya.
Es válido dudar que la destitución ocurrida en pleno proceso electoral haya sido obra de un encargado de despacho que apenas asumió el cargo.
Las consecuencias de este hecho pueden ser muy graves. Tanto así que podríamos llegar a la elección del primero de julio sin fiscal electoral.
El nombramiento de un nuevo titular de la Fepade requiere una mayoría calificada. El consenso entre los distintos grupos con representación en el Senado puede tardar meses o, de plano, no llegar.
Como han ido las cosas, podría darse el caso de que el primero de julio del 2018 no tengamos ni fiscal general ni fiscal anticorrupción ni fiscal electoral.
“Las tres instancias que se dedican a la persecución de los delitos que lastiman a la sociedad están sin una conducción firme, legítima, sin un titular que pueda ser responsable”, observó el senador panista Roberto Gil, experto en la materia.
Puso el dedo donde duele: “Que luego no se extrañen de los altísimos niveles de impunidad que hay en el país”.
Gil dijo que la decisión de correr a Santiago es políticamente inconveniente y jurídicamente inaceptable.
Explicó:
“Jurídicamente cuestionable porque se alega una violación al código de ética. También, se conoce que no se siguió un procedimiento interno disciplinario. Fue una destitución fulminante.
“Es políticamente inconveniente, por el momento en el que se da. Estamos en pleno proceso electoral”.
- El encargado de la PGR, Alberto Elías Beltrán, se defiende como puede: “La Fiscalía no es nada más un titular”, repite como estribillo. Añade: “Después de realizar un análisis de las declaraciones es que determiné que debería ser removido. Probablemente haya una violación del debido proceso”.
Yo, yo, yo.
La reprocha a Nieto no sólo haber violado la secrecía de un documento, la carta que le envió Lozoya, sino de haber revelado fuentes de financiamiento de partidos, nombres, montos, investigaciones relacionadas con candidatos independientes.
El encargado se va a cuadrar si el Senado restituye al extitular de la Fepade. “No estamos protegiendo a nadie. Sólo al debido proceso”, asegura.
- Sabemos todos que el Senado tiene facultades para reinstalar a Nieto en la Fepade. Cuenta, para ello, con 10 días hábiles, a partir de ayer.
Paradójicamente, el consenso entre los senadores que objetan la destitución, que son mayoría, es que el problema debe resolverse sin prisas.
“Requiere de un análisis profundo, detallado, con explicaciones de la autoridad y con el debido derecho de audiencia de las partes involucradas”, declaró el jefe de la bancada azul, Fernando Herrera.
La bronca es que si en diez días el Senado no se pronuncia, la destitución queda en firme.
Procesar el tema pausadamente, como dicen Herrera,
Bartlett y Luis Sánchez, pone en ventaja al PRI, nos dice un senador experto en la materia.
“Parece la estrategia de El Borras. Es de kínder. El PRI es experto en arrastrar los procesos”, puntualiza.
El panista Ernesto Cordero, presidente de la Mesa Directiva, propuso que el asunto se tratara ya en el pleno. Pero eso despertó suspicacias entre sus colegas de la oposición: los que quieren resolver sin prisas el asunto.
- Salió la última encuesta del Cisen sobre la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. ¡Sorpresa! Si Ricardo Monreal es candidato del Frente Ciudadano por México, le gana por una nariz a Claudia Sheinbaum de Morena. El delegado en la Cuauhtémoc obtiene el 31.24 por ciento de las preferencias, mientras que su par en Tlalpan levanta el 29.95 por ciento.
Pero si el Frente lleva como abanderada a Alejandra Barrales, la perredista pierde con Claudia por un margen más amplio: 32.76 contra 26.07 por ciento.
En la estadística que incluye los cruces entre todos los aspirantes (sin tomar en cuenta el partido), el exgobernador de Zacatecas encabeza con 14.54 por ciento.
Le sigue Sheinbaum, con 13.27 por ciento, Barrales es tercera, 10.05 por ciento, y Xóchitl Gálvez, cuarta con 9.86 por ciento de las preferencias.