Morelia, Michoacán.- Aunque en Michoacán se redujo un 32.2 por ciento la cantidad de personas en pobreza y pobreza extrema del 2014 al 2016, de acuerdo con cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), aún se encuentra 10 puntos por debajo de la media nacional, admitió el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, quien reconoció que ello se debe a la falta de gobernabilidad y seguridad pública y social.
Durante su discurso, Aureoles Conejo admitió que a pesar de que la cifra de michoacano en pobreza y pobreza extrema disminuyó de dos millones 708 mil personas, a dos millones 565 mil, lo que equivale a una reducción del 32.2 por ciento en dos años, “todavía nosotros estamos 10 puntos arriba de la nacional en materia pobreza y marginación”.
Aureoles Conejo explicó que los motivos de que, tras al menos casi tres décadas de implementar políticas públicas enfocadas erradicar el rezago en la pobreza de los michoacanos, no se haya logrado, no se debe a la mala distribución de la riqueza, sino los problemas de gobernabilidad, de seguridad pública y de seguridad jurídica.
“Qué tiene que haber para que haya ingreso, tiene que haber trabajo, y para que haya trabajo o empleo qué tiene que haber, tiene que haber inversión productiva, y para que haya inversión productiva tiene que haber estabilidad social y tiene que haber estado de derecho; tiene que haber respeto a la ley; tiene que haber respeto a las reglas; tiene que haber gobernabilidad y tiene que haber seguridad pública y seguridad jurídica”, dijo.
Y añadió, “si no hay seguridad pública, si no hay seguridad jurídica, si no hay respeto pleno al estado de derecho, no hay inversión productiva, porque los gobiernos nos gastamos el dinero en andar apagando las lumbres, en andar enfriando los fierros calientes que todo el tiempo aparecen y distraen la capacidad institucional, en lugar de enfocarse a generar las condiciones de desarrollo; en resolver o atender crisis coyunturales, y evidentemente eso se asocia con el problema de la gobernabilidad, que lo hemos repetido hasta el cansancio que es la seguridad pública y la seguridad jurídica”.
Aureoles Conejo añadió que la atención al problema de la pobreza debe resolverse con políticas públicas transversales, que implican la participación de varias instituciones que se centren en resolver todos los factores que provocan que las personas vivan en esta condición.