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La ingeniería avanzada podría ser la solución a la intensificación sostenible de la agricultura, a medida que la tecnología de los robots de servicio alcanza su madurez. Los expertos en robótica de la Universidad de Cambridge, la Universidad de Lincoln y la Universidad Harper Adams (Reino Unido) debatirán los últimos desarrollos durante el evento Pollinator de Agri-Tech East, que se celebrará el 11 de octubre de 2016.

Exactamente ¿qué es un robot? El doctor Andre Rosendo, investigador asociado de la Universidad de Cambridge, cree que hay dos factores fundamentales que diferencian a un robot de una máquina: la capacidad de ser autónomo o actuar con cierto grado de decisión y la presencia de accionadores que permitan a las máquinas alterar su entorno, lo que excluye a los ordenadores y los frigoríficos de considerarse robots.

Rosendo explica: “Estamos usando nuestros conocimientos de robótica para crear manipuladores deformables, ‘manos’ que puedan manipular los productos agrícolas ‘frágiles’, como el brócoli, las fresas y los champiñones. Actualmente, estamos trabajando en Vege-bot, un robot cosechador que puede manipular y cortar lechugas iceberg con el mismo cuidado que los humanos. En el futuro, los robots tendrán el potencial de ayudar a los ancianos a levantarse de la cama, manipular vasos como un camarero o interactuar con los niños”.

El doctor Rosendo hablará en el evento de Agri-Tech East junto con el profesor Tom Duckett, que dirige el Centro Lincoln de Sistemas Autónomos en la Universidad de Lincoln.

El profesor Duckett afirma que la robótica agrícola ofrece beneficios como la reducción de los costes de mano de obra, la sostenibilidad económica, la reducción de los desperdicios y un mejor uso de los recursos naturales. La tecnología posee el potencial de utilizarse en cualquier momento del día y afectar de forma muy positiva a la productividad y la calidad de vida de los trabajadores agrícolas.

El equipo Lincoln, que forma parte del Instituto Lincoln de Tecnología Agroalimentaria, ha estado trabajando en varios proyectos de este ámbito, como técnicas de mapeo tridimensional para mejorar la precisión de los fumigadores agrícolas y un nuevo proyecto de escaneo tridimensional para cosechar brócoli, que está generando buenos resultados y atrayendo el interés de los usuarios finales como la Asociación de Productores de Crucíferas de Reino Unido.

El profesor Duckett continúa: “Ya podemos concebir robots agrícolas capaces de llevar a cabo varias tareas ,por ejemplo, con herramientas intercambiables que permitan alternar entre tareas como sembrar, arar, fumigar y cosechar.

“También puede haber robots para la agricultura y la producción de alimentos que desempeñen otras tareas útiles al mismo tiempo, como vigilar las cosechas, el ganado y la maquinaria agrícola cara, al mismo tiempo que ejercen sus labores principales en las plantaciones o en las fábricas”.

Varias compañías de maquinaria están invirtiendo en esta tecnología y, actualmente, se está llevando a cabo un proyecto de escaneo tridimensional para el desmalezado robótico con una empresa británica, Garford Farm Machinery, líder mundial en equipamiento automatizado de desmalezado.

El profesor Duckett cree que las tecnologías subyacentes para la percepción, el aprendizaje y la acción de los robots ya están alcanzando el nivel de madurez necesario para salir de los laboratorios de investigación, de modo que ¿cuáles son los pasos que hay que seguir para hacer la transición del laboratorio al trabajo en las plantaciones o en las fábricas?

“Actualmente, el mayor desafío es atravesar el llamado ‘valle de la muerte’ que hay entre el desarrollo de prototipos útiles y la producción en masa de robots agrícolas para los agricultores”, explica. “Necesitamos inversores que crean en lo que hacemos, y también hay que convencer a los agricultores de que podemos producir máquinas resistentes y eficaces que funcionen de verdad”.

El doctor Rosendo coincide en que es importante fomentar un acuerdo mayor entre todas las partes: “Se suele decir que a los académicos solo les interesa publicar estudios, pero la investigación puede proporcionar una ventaja competitiva a los primeros usuarios. Nos interesa hablar con las compañías que perciban un beneficio estratégico en el desarrollo de tecnologías potencialmente disruptivas”.

A pesar de todos estos apasionantes avances, el profesor Duckett cree que la automatización total no es “necesariamente deseable”, y, en vez de eso, cree que tienen más futuro los “ayudantes robóticos” respetuosos con el medioambiente:

“Los ayudantes robóticos aumentarán la productividad y la calidad de vida de los trabajadores agrícolas, y ayudarán a ofrecer la intensificación sostenible de la agricultura necesaria para alimentar a una población creciente, al mismo tiempo que minimizan su impacto medioambiental. Los robots inteligentes que funcionen con baterías en lugar de con combustibles fósiles también podrían formar parte de la solución para lograr un futuro más limpio y verde”.

La doctora Belinda Clarke, directora de Agri-Tech East, declara:
“Ahora tenemos la capacidad de utilizar la robótica de forma eficiente en la agricultura; ya no es un concepto de ciencia ficción, sino algo real. La situación actual y los últimos desarrollos tecnológicos se debatirán en el próximo encuentro Pollinator”.

El profesor Duckett, el doctor Rosendo y el profesor Simon Blackmore, de la Universidad Harper Adams, hablarán en Pollinator, de Agri-Tech East, en Cambridge el 11 de octubre de 2016: “Robocosecha: El potencial de la robótica de precisión en la agricultura”.

Fuente: Agroalimentando