El funcionario destacó que la violencia solamente destruye y ese escenario de vive actualmente
Morelia, Michoacán.- “La violencia lo único que hace es destruirnos a todos como lamentablemente hoy lo estamos viviendo”, expuso el secretario de Gobierno de Michoacán, Carlos Herrera Tello, al recordar el asesinato de Franciso Xavier Ovando, ocurrido un dos de julio de 1988.
Durante el acto protocolario, el encargado de la política interna de la entidad, expuso que hoy, como en aquel 1988 la nación mexicana se encuentra en peligro, sin hacer referencia a algún hecho en específico, hizo énfasis en que los mexicanos y particularmente los michoacanos deben transformar los conflictos en relaciones pacíficas.
“Hoy todos tenemos la obligación y compromiso de emprender acciones que favorezcan una paz duradera. Debemos evocar aquellos valores que llevaron a personajes como Ovando, a querer mejorar las condiciones de vida y alcanzar la paz y tranquilidad que solo se puede lograr con esfuerzo de todos”.
Herrera Tello, también fue enfático al mencionar que es necesario recuperar la confianza en las instituciones y su funcionamiento y al puntualizar que la autoridad no busca una uniformidad de pensamiento, sí es necesaria la disposición y voluntad para buscar en la pluralidad el respeto a la vida, a la propiedad y a la dignidad.
Ante amigos y familiares de Xavier Ovando, el secretario de Gobierno, insistió en que personajes como el que se recordó la mañana de este martes, deben servir de ejemplo para todos aquellos que simpatizan con la izquierda, como una “obligación moral”.
“Su participación en la vida política fue inducida por su deseo de cambiar la realidad económica y social que se vivía, lo hizo porque sabía que era el único medio de crear leyes para hacer posible el progreso de la sociedad en todos sus rubros”.
Al término del discurso oficial, se guardó un minuto de silencio en memoria de uno de los colaboradores más cercanos del ex gobernador, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Un personaje que a decir de los asistentes, fue pieza clave en los triunfos electorales de la naciente izquierda de 1988.