Foto: Francisco Garfias

¿Cómo se desarrollaron las últimas negociaciones que culminaron con la muerte del #FiscalCarnal y la instalación de la Mesa Directiva en la Cámara de Diputados?

Los tricolores cuentan la historia así:

Marko Cortés, coordinador de la bancada del PAN, amenazó con parar indefinidamente el reloj parlamentario.

Se plantó en la postura de no votar la Mesa Directiva en San Lázaro si el Senado no dictaminaba la iniciativa del Ejecutivo que elimina el pase automático del procurador Raúl Cervantes a la Fiscalía General.

Al panista no le bastaban las declaraciones de Osorio, de César Camacho o de Emilio Gamboa con la promesa de que se eliminaría el pase directo.

Luis Cárdenas, de MVS, le dijo, incluso, que se requería un compromiso público del presidente Peña de que borraría de la Ley el 16 transitorio que permite el pase directo.

Quería de rodillas al PRI y a su jefe.

Pero la coyuntura puso un as en la manga del coordinador de los diputados priistas: el Presupuesto.

Hoy se entrega el Paquete Económico para 2018 en San Lázaro: Ley de Ingresos, Presupuesto de Egresos, Criterios de Política Económica.

Si no hay Mesa Directiva, no hay quien lo reciba. El paro lo tendría que hacer, otra vez, Mauricio Farah, secretario general de la Cámara de Diputados, quien excepcionalmente se vio obligado a dar entrada al Quinto Informe de Gobierno del presidente Peña.

En las oficinas de la Secretaría General habría podido  quedarse congelado el paquete económico, con las consecuencias que eso implicaba.

La parálisis legislativa se agravaría con la amenaza de provocar incertidumbre.

Ni el reloj legislativo, que estira la ley cuando hay acuerdos a la vista, hubiese impedido que “tronara” la crisis. La cuestión de los dineros es vital para los gobiernos de todos los colores, incluidos los azules.

Lo que hoy celebran como un triunfo suyo los frentistas, y particularmente Anaya, se les hubiese revertido.

Garganta tricolor nos dijo que Camacho se lo hizo ver al panista Cortés. “La crisis la generaron ustedes. Ustedes se la comen. Querían jugar a las vencidas y los chingamos”, le dijo.

Pero el panista cuenta otra cosa. Jura que la mañana de ayer le llamó Camachopara informarle que había hablado con el presidente Peña y que éste le dijo: “se ha tomado la decisión de que no habrá pase automático al fiscal carnal”.

Allí se destrabó la negociación y el priista Jorge Carlos Ramírez Marín pudo instalarse, al fin, como presidente de la Mesa Directiva.

  • Marko le amargaron la celebración por la muerte del #FiscalCarnal.

Ni siquiera pudo hablar en la sesión del pleno en la que se instaló, fuera del plazo legal, la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, sin ningún voto en contra y 40 abstenciones.

El coordinador de la diputación panista se disponía a reconocer, micrófono en mano, el espíritu de diálogo de su par priista, César Camacho, cuando la bancada del tricolor reaccionó al más puro estilo del “Bronx”.

Los ensordecedores gritos de “¡fuera! ¡fuera! ¡fuera!”, coreados por los tricolores y sus aliados, impidieron al panista articular su discurso.

Marko hizo caso de la sugerencia y muy indignado abandonó la sesión, seguido de su bancada, no sin antes pedir a los legisladores del PRD y del MC que se salieran también.  La mayoría se quedó.

“Que hayamos logrado un acuerdo no quiere decir que ya nos arreglamos”, nos dijo, en su curul, el propio César Camacho, minutos después de que se aprobara la integración de la Mesa Directiva.

  • Ricardo Anaya se alza como triunfador en la batalla contra el #FiscalCarnal. Es la percepción generalizada.

Pero ese triunfo se puede convertir en su Waterloo si el jefe panista no anda derechito. “Lo tenemos en la mira”, nos dijeron en la cúpula priista.

Hoy por hoy, el jefe nacional del PAN es el enemigo número uno de los tricolores. Ni Andrés Manuel López Obrador suscita ese rechazo en el PRI.

Del presidente Peña para abajo lo responsabilizan de la crisis legislativa que se vivió en el Congreso.

“El deber de los legisladores es con México, no con proyectos personales”, dijo ayer el primer mandatario, durante su gira por Oaxaca, en clara alusión al joven maravilla.

El “Bronx” del PRI lo detesta. Quiere su cabeza. Los diputados del otrora partidazo se paseaban ayer por los pasillos del salón de sesiones con enormes pancartas que señalaban al jefe nacional del PAN. “Anaya corrupto”; “Anaya canalla”, “Anaya el rey del moche”.

Este reportero fue testigo cuando en la cúpula parlamentaria del PRI se comentó que Aurelio NuñoSantiago Creel y Ricardo Anaya participaron en la elaboración del polémico artículo transitorio que hubiese permitido a Raúl Cervantes brincar de la PGR a la Fiscalía General, los próximos nueve años.

“Impunidad transexenal”, diría el exdirigente perredista Agustín Basave.

  • La iniciativa que en noviembre pasado envió el presidente Peña al Congreso para eliminar el ya rebasado pase automático está radicada en el Senado. Los diputados, sin embargo, enviarán dos más con idéntico propósito, la Cámara alta. Cuestión de colgarse el mérito de haber cerrado el paso de Raúl Cervantes a la Fiscalía General. Una es del PRI, PVEM, PANAL, Encuentro Social; y la otra, de los grupos frentistas. ¿Para qué enviar otras iniciativas semejantes al Senado?, preguntamos a Camacho. “Para acreditar voluntad política”, respondió el priista. Este reportero ya iba de regreso rumbo al Corral de la Ignominia —así le llaman al palco de prensa— cuando escuchó a una diputada del PRI comentar con sus compañeros lo que percibe como realidad: “Lo bueno es que estamos peor…”.