regularización de autos “chocolate”
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La industria considera que México se convertiría en el “basurero” de la industria automotriz estadounidense al permitir legalizar autos chocolate

Ciudad de México.- La aprobación de la Ley de Ingresos de la Federación 2020 el viernes tomó por sorpresa a la industria automotriz mexicana, al incluir la iniciativa del diputado Manuel López Castillo de legalizar los vehículos de importación ilegal –conocidos como autos chocolate– en un plazo de ocho meses.

Más allá de la decepción, la industria advirtió que esta medida podría traducirse en una reducción en la venta de autos de 30% en tres años.

Guillermo Rosales Zárate, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), vaticinó que esto se traduciría en que, para 2021, el sector cierre con 900,000 unidades vendidas, lo que supondría la cifra más baja desde 2011 y rompería el piso de 1 millón de unidades por primera vez desde 2012.

La propuesta del diputado morenista no podría darse en peor momento.

La venta de vehículos en México espera una caída por tercer año consecutivo –de casi 9% respecto a 2018–, y tiene como una de sus principales amenazas la entrada de autos ‘chocolate’, lo que ha empujado al sector a un diálogo con las autoridades desde hace varios meses, que ante la nueva propuesta que falta por ratificar en el Senado, bien podría haber quedado en el olvido.

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“No les miento si nos reunimos más de seis o siete veces en la oficina de Alfonso Romo para explicar los efectos nocivos de una medida de esta naturaleza. El secretario de Hacienda manifestó que esto no sucedería y, en la Expo Transporte, Graciela Márquez (la secretaria de Economía) dijo que no habría esta situación”, afirmó Guillermo Prieto Treviño, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).

Según la propuesta de López Castillo, la nueva legislación daría entrada a 50,000 millones de pesos en contribuciones al erario, por la presencia de hasta 18 millones de autos ‘chocolate’ en el país, pero a decir de la industria, las cifras no cuadran.