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Dos historias más………

Con profundo amor, para ellas

Alexis

La mañana del domingo 17 del mes en curso, Alexis y su hermana Sharito acudirían a un partido de fútbol en el cual Sharito animaría como porrista, ambas salieron con la alegría, inocencia y luminosidad, características propias del transitar entre la niñez y la adolescencia; afuera de su domicilio, ubicado en una colonia de clase media alta regiomontana, las esperaba Sergio de 21 años y novio de Alexis, en cuanto ambas apenas alcanzaron la calle Sergio disparo un arma de fuego perforando el cuello de Alexis, ocasionando que la sangre le brotara como una fuente. La madre de ambas apenas escucho la denotación salió corriendo para encontrarse con la peor de las pesadillas que cualquier mama puede enfrentar; sus hijas tiradas en un mar de sangre, siendo Alexis la que a simple vista más grave se encontraba la acurrucó entre sus brazos, la arrulló e intentó, en un desquiciado acto de profundo amor, tapar el orificio por el cual exhalaban sus últimos momentos de vida.

Alexis de 17 años es descrita por su propia familia como una linda adolescente, cariñosa, educada, responsable, alegre, impregnada de una ternura muy especial, porrista del equipo de futbol de su escuela, con un sinfín de sueños por cumplir y cuyas ilusiones fueron cortadas de tajo por un novio enojado, celoso, problemático, enfermo o simplemente violento como quizá muchos chicos que rondan alrededor de nuestras hijas lo sean.

Justo el miércoles 17, fecha en que escribí las presentes líneas, su pequeño cuerpo fue sepultado, y las interrogantes de la familia son muchas, por qué no percibieron las señales de que Alexis era víctima de violencia en su relación de noviazgo, por qué confiaron en él y le abrieron las puertas de su casa, era vecino de toda la vida y creían conocerlo perfectamente quien mejor que él para ser novio de Alexis, por qué su hija no les tuvo la confianza para contarles lo que estaba viviendo, y la última y peor de todas, por qué la mato?

Sergio fue detenido por la policía a pocos momentos de sucedidos los hechos y el gran consuelo es que no es un feminicidio más que por lo menos no quedará en la impunidad, pero eso no le devolverá la luz, ternura, magia y vida a Alexis.

Dapnhe

Daphne fue violada por cuatro jóvenes, hijos de prominentes empresarios veracruzanos a principios del año 2015, ella fue subida a la fuerza en un vehículo en el cual iban los jóvenes, fue privada de su libertad, sometida y finalmente violada. Ante la vergüenza social, los comentarios de que sería objeto y las miradas morbosas que se dirigirían hacia ella, tanto Daphne como su familia decidieron no denunciar los hechos y optaron por suscribir un acuerdo con los padres de los violadores a efecto de que estos supieran la clase de hijos que tenían.

El acuerdo fue que los cuatro juniors grabarían un video en el cual le ofrecerían una disculpa a la chica por los hechos sucedidos, no se acercarían a los lugares en que ella se encontrara y asistirían a terapia psicológica.

Acuerdo por demás violatorio de sus derechos humanos como mujer y como víctima, sin embargo el temor a ser sujeta del escarnio social, llevo tanto a ella como a su familia a intentar solucionar el problema de esta manera.

Sin embargo, y ante el incumplimiento del acuerdo celebrado, ya que por el contrario tanto los cuatro jóvenes como sus familiares emprendieron una campaña de desprestigio tanto en contra de la chica como su padre, Daphne decidió presentar denuncia penal, lo cual fue en el mes de mayo del 2015 y en cuyo proceso judicial hasta hoy día no se ha detenido a ninguno de sus agresores.

Tanto Daphne, como su familia ahora están enfrentando el viacrucis que implica en este país acceder a la justicia, esa justicia que revictimiza, juzga y castiga a las víctimas, esa que con el influyentismo y corrupción del cual se encuentra impregnada,solo genera impunidad.

Hoy me permito decirle a Dapnhe que no cese en su lucha, por más desgastante y cansada que sea, valdrá la pena pues quizá su caso sirva de ejemplo para que muchas chicas no callen ante este tipo de situaciones y que quizá con el apoyo social que se ha generado en torno a su caso, su violación no quede en la impunidad.

Las creencias en torno a la violación forman parte de una cultura profundamente arraigada en nuestra sociedad en la que se cree que los piropos son galantería, que a las mujeres les gusta hacerse del rogar pero que en el fondo si quieren, no un NO, no es siempre un NO, que las mujeres provocan la violación por la forma en la cual se visten, que los hombres son incapaces de controlar sus instintos, remitiéndoles a un estado casi animalesco, que se justifica la violación si la mujer se encontraba en estado de ebriedad o que no puede existir la violación dentro del matrimonio.

Ante la dolorosa situación que las familias de Alexis y Dapnhe están viviendo, el planteamiento y la reflexión es la de cuestionarnos como estamos educando a nuestras hijas e hijos, a ellas tenemos que dotarlas de herramientas para la vida que las empoderen y ante una situación de violencia no callen, busquen ayuda, se defiendan, sepan en que momento alejarse ante una relación violenta, como escoger parejas que las cuiden, respeten y nos las lastimen. Para ellos la enseñanza es simple, las mujeres son seres humanos y como tales, su vida, su cuerpo y su integridad se respetan. No son objetos de los que se puede disponer en cualquier momento.

Padres y madres tenemos la obligación de estar alertas antes las señales que nos indican que nuestras hijas están en peligro, tenemos, en un contexto de confianza y amor, enseñarlas cuales son los riesgos a que aún están expuestas en esta sociedad y especialmente ayudarlas a romper con el mito del amor romántico, esa creencia fortalecida en gran medida por los cuentos infantiles y las novelas rosas que nos friega a mujeres y hombres por igual. Un sentimiento afectivo nada tiene que ver con el dolor, abuso, obsesión, celos, control, chantaje y dominación, por el contrario el establecer relaciones amorosas libres, respetuosas, solidarias y sin violencia nos permite ser mujeres y hombres plenos, libres y mejores seres humanos.

Algunos datos señalan que hasta el 2015 se contabilizaban 786 mujeres asesinadas en Michoacán en los últimos 10 años, y con los que van en este año seguro la cifra se incrementará en una proporción escalofriante, las mujeres que son privadas de la vida no son una estadística más, son sueños, ilusiones y vidas. “Vivas nos Queremos”.