El asesinato de Bernardo Bravo, líder de productores de limón en el valle de Apatzingán, desata temor entre limoneros por la inseguridad y extorsión que afecta al campo michoacano
Apatzingán, Michoacán.— El cadáver de Bernardo Bravo Manríquez, presidente de Productores de limón en el Valle de Apatzingán, fue localizado en Apatzingán, con signos de violencia.
Aunque hasta el momento las autoridades no han emitido un comunicado oficial, fuentes cercanas a los productores mencionaron que el cuerpo presuntamente corresponde al líder del sector.
El asesinato, de confirmarse, se suscitó en medio de las denuncias de los limoneros de la región de Tierra Caliente, referentes a la inseguridad y la extorsión contra productores de limón en Michoacán, particularmente en los municipios de Apatzingán, Buenavista, Parácuaro y Tepalcatepec, donde grupos delictivos han sido señalados por imponer cuotas y controlar la comercialización del cítrico.
En los últimos años, las organizaciones de productores han denunciado de forma reiterada que los cobros de “derecho de piso” y los ataques armados han afectado la libre venta del producto, provocando cierres temporales de huertas y pérdidas económicas significativas.
Bernardo Bravo era uno de los representantes visibles del tianguis limonero de Apatzingán, espacio de concentración y compraventa de la fruta, que en los últimos meses había sido escenario de presiones y conflictos derivados de la sobreproducción, la caída de precios y las amenazas del crimen organizado.
La localización del cuerpo ha generado preocupación entre productores y comerciantes, quienes temen que la violencia vuelva a escalar en la región.